La activista iraní, Premio Nobel de la Paz este año y encarcelada desde 2021, se negó a comparecer en su nuevo juicio. La corte ante la que debía presentarse es la misma que ordenó la ejecución de varios jóvenes iraníes. "No voy a poner un pie en ese matadero", dijo en su cuenta de Instagram, gestionada por su familia. "Me niego a conceder credibilidad o autoridad alguna a jueces leales a los servicios secretos y a tribunales que organizan juicios falsos", añadió. Arrestada en 13 ocasiones, condenada cinco veces a un total de 31 años de prisión y 154 latigazos, es una de las principales caras del levantamiento "Mujer, Vida, Libertad" en Irán.