En el marco del día internacional contra el tráfico de drogas, una vez más la Iglesia Católica le salió al paso a los sectores que impulsan la legalización de este flagelo criminal. El pontífice argentino reiteró este miércoles su firme oposición a la legalización del consumo de drogas, denunciando a los "traficantes de muerte" y el impacto del tráfico de estupefacientes en el medio ambiente. "No se reducirá la toxicomanía liberalizando el uso de las drogas como se ha propuesto, o ya se ha implementado, en algunos países. Esto es una fantasía", declaró el máximo jerarca del Vaticano. Agregó que "es un deber moral poner fin a la producción y al tráfico de estas sustancias peligrosas". Francisco llamó a la benevolencia hacia las personas dependientes, invitando a "actuar, a detenernos ante las situaciones de fragilidad y dolor, a saber escuchar el grito de la soledad y de la angustia".