Algunos congresistas ya han manifestado al Gobierno que es necesario evaluar con mucho cuidado la conveniencia de seguir adelante con el trámite de la reforma a la educación superior. Hasta el momento es claro que las protestas de los estudiantes universitarios se han dirigido contra el Ejecutivo pero cuando la Cámara de Representantes arranque mañana el análisis de la iniciativa, el Parlamento entrará a ser blanco también de las presiones. No hay que olvidar que la principal queja de los líderes estudiantiles es que como la Casa de Nariño maneja el 90 por ciento de las curules en el Congreso, entonces no ven que haya garantías e imparcialidad allí para que sus posturas sean escuchadas de manera objetiva y eficaz.
Alerta por paro (I)
Y hablando del paro estudiantil, mañana se revisará todo el esquema de orden público que se implementará a escala nacional el próximo jueves cuando se tiene prevista una nueva jornada de marchas, plantones y otros actos para presionar el retiro del proyecto de reforma a la educación superior. A diferencia de anteriores movilizaciones, la del jueves se vislumbra como más compleja toda vez que se unirán a los estudiantes otros sectores sindicales, profesores universitarios, algunas organizaciones sociales y hasta trabajadores de la rama petrolera. El Gobierno activará un plan de contingencia en las principales ciudades para evitar desórdenes.
Alerta por paro (II)
Una de las principales preocupaciones de las autoridades frente al paro del jueves próximo tiene que ver con el riesgo de que las milicias de las Farc traten de infiltrar las marchas y movilizaciones para perpetrar ataques contra la Fuerza Pública y generar asonadas en los centros urbanos. La prevención creció aún más luego de la alerta dada por el Gobierno y la cúpula militar y policial frente al riesgo de que las Farc lancen ataques en reacción al abatimiento en el Cauca de su máximo cabecilla alias Alfonso Cano.
Farianas (I)
Precisamente la caída del líder guerrillero trajo a colación muchas anécdotas en torno de la impresión que este dejaba en quienes lo conocían personalmente. Por ejemplo, un periodista que cubrió el proceso de paz en el Caguán recordó ayer que en alguna ocasión se le preguntó a Cano en la zona de distensión porqué rara vez se le veía muy cerca de Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo. Aunque respondió con evasivas, un miembro de su seguridad dijo que era un pacto que se había realizado para que en caso de un atentado, ambos no cayeran en el mismo hecho. Paradójicamente algo parecido sucede en Estados Unidos, en donde Presidente y Vicepresidente por lo general rara vez coinciden en el mismo lugar, y la razón es la misma: evitar un ataque que acabe con ambos.
Farianas (II)
El cambio de fisionomía de Cano sorprendió a la cúpula de la Fuerza Pública que estaba tras su rastro hace más de un año en Tolima. Huila y Cauca. Las informaciones de Inteligencia evidenciaban que el cabecilla subversivo era muy renuente a afeitarse su barba característica, pese a que en varias ocasiones le habían insistido los encargados de su seguridad que debía quitársela para evitar ser blanco de francotiradores o ser fácilmente ubicable y caer en bombardeos de la Fuerza Aérea. Sin embargo, al parecer la intensa persecución de los últimos meses lo obligó a cambiar de apariencia física pero ni aún así pudo escapar de la muerte.