Una lucha frontal y sin descanso por el decreto migratorio, porque considera como grave la amenaza a la seguridad nacional y por ello corre peligro la vida de los ciudadanos, esa que juró proteger como presidente de Estados Unidos, anunció ese mandatario, Donald Trump, al reaccionar ante el fallo que mantiene el bloqueo judicial a sus medidas migratorias.
El colegiado de tres jueces del Tribunal de Apelaciones de California mantuvo ayer el bloqueo sobre el decreto del presidente Donald Trump que prohíbe la entrada de refugiados y emigrantes de siete países de mayoría musulmana, ratificando así la decisión que emitió hace una semana el juez James Robart, y que suspendió temporalmente la orden ejecutiva de la Casa Blanca.
Trump reaccionó rápidamente y con claridad: “Los veo en la Corte, la seguridad de nuestra Nación está en juego”, escribió en Twitter, con lo que adelanta que esta batalla judicial no ha terminado y que iría hasta la Corte Suprema para defender su decreto.
El decreto por lo pronto no tiene vigencia y cualquier ciudadano de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen, cuya entrada estaba prohibida por 90 días, podrá entrar al país si tiene una visa válida.
"Mantenemos que el Gobierno no mostró probabilidad de éxito en los méritos de su apelación, ni mostró que el fracaso del recurso pueda causar un daño irreparable, por lo tanto se niega la moción de emergencia", dice el fallo de la corte del Noveno Circuito de San Francisco.
El decreto migratorio de Trump, que contemplaba una prohibición de 120 días al ingreso al país de cualquier refugiado (prohibición indefinida si era de Siria), entró en vigencia el 27 de enero y el 3 de febrero fue suspendido por el juez federal Robart.
La medida había sido duramente criticada dentro y fuera del país y ciudadanos y grupos pro-inmigrantes manifestaron en varios aeropuertos, donde personas eran detenidas y deportadas en medio del caos.
"El gobierno no ofreció ninguna prueba de que un extranjero de alguno de los países mencionados en la orden haya perpetrado un ataque terrorista en Estados Unidos", subrayó la sentencia del tribunal, que hace dos días escuchó argumentos de representantes del gobierno y de los estados de Washington y Minnesota.
"Cuando la orden ejecutiva entró en vigencia, los estados sostuvieron que las prohibiciones de viaje perjudicaron a los empleados universitarios y estudiantes de las universidades regionales, separaron familias y dejaron a los residentes de estos estados en el extranjero. Estas son lesiones importantes e incluso daños irreparables", añadió el texto del veredicto.
El gobierno ha insistido que el decreto estaba dentro de las atribuciones de Trump, señalando que es un criterio de seguridad nacional que compete al presidente.
"El público tiene un gran interés por la seguridad nacional y la capacidad de un presidente electo para establecer políticas. Pero por otro lado, el público también tiene el derecho a la libre circulación, en impedir la separación familiar y en la libertad a cualquier discriminación", señaló el fallo del tribunal.
"Es correcto"
El senador Bernie Sanders, demócrata y excandidato presidencial, dijo que espera que "la decisión unánime de la corte contra el decreto antimigratorio del presidente Trump restablezca parte del daño que ha causado a la reputación de nuestro país en todo el mundo".
"También puede enseñar al presidente Trump una lección en la historia americana y cómo nuestra democracia se supone que debe trabajar aquí en casa", añadió.
Mientras, el senador republicano James Lankford estimó en CNN que una opción puede ser "derogar la orden ejecutiva, ver exactamente lo que la corte ve inconstitucional, arreglarlo y presentar una nueva orden".
Pero por ahora parece que Trump no ha contemplado esa posibilidad, aunque trascendió que podría estar estudiando una opción así, una especie de Plan B, para no cesar en su empeño de velas, vigilar y blindar por la seguridad ciudadana y nacional.