En la misma semana en la que el mundo conmemoraba el Día de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en las redes sociales se difundían miles de mensajes de apoyo, campañas y todo lo relacionado con apoyar tan importante causa, pero al mismo tiempo circulaban casos de intolerancia y violación a los derechos de las féminas.
Uno de los más virales, un video en el que se ve cómo una mujer en avanzado estado de embarazo sale con la cara ensangrentada de un centro comercial en la ciudad de Arequipa, Perú, reclamándole a su pareja por la agresión. La escena, grabada por uno de los atónitos presentes, fue publicada por HBA Noticias, un canal local, en su página de Facebook.
Las imágenes, al igual que la indignación por conocerse este tipo de casos, han dado la vuelta al ciberespacio, suscitando una vez más la pregunta: ¿hasta cuándo?
La violencia contra las mujeres y las niñas lamentablemente es una problemática que afecta a muchas damas de nuestro entorno, ya sea en el hogar, en la calle, en relaciones sentimentales, por violencia sexual, entre otras.
Por eso, desde el pasado 25 de noviembre y hasta el próximo 10 de diciembre, se iza la bandera por la defensa de las mujeres, y se suma a esto el Día de los Derechos Humanos, el cual se suma a la celebración de la campaña de 16 días de activismo contra la violencia de género.
Se pretende así hacer un llamamiento para que se tomen medidas para acabar con la violencia contra las mujeres y las niñas de todo el mundo de manera definitiva.
Al estar en un ‘bombardeo’ constante de información por parte de los medios de comunicación y demás plataformas multimedia, incluso siendo cercanos a situaciones en las que se ven comprometidas mujeres que conocen, la gente tiende a identificar solo como violencia aquella en la que la persona es agredida físicamente, desconociendo que la vulneración de los derechos va mucho más allá de un golpe.
En el Tercer Encuentro Internacional y Cuarto Nacional de Investigaciones en asuntos de Mujer y Género, Martha Ordóñez, consejera presidencial para la equidad de la Mujer; Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en Colombia, y Alejandra Valdés, coordinadora del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe, se reunieron en la Universidad del Rosario para analizar precisamente la situación de la mujer en América Latina y en especial en Colombia.
“Hay varias formas de violencia contra las mujeres: física, sexual, psicológica. De acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas, 4,5 millones de personas en el mundo son víctimas de explotación sexual forzada, de las que el 98 por ciento son mujeres y niñas. Por otro lado, el 35 por ciento de mujeres y niñas en el mundo sufre alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas”, revelaron las ponentes en el encuentro.
Como la mujer del video que mencionábamos al principio, una de cada tres mujeres ha sufrido violencia física, en gran parte por su compañero sentimental. Pero esto no es todo: a pesar de las alarmantes estadísticas mundiales, las leyes contra la violencia doméstica existen en 2/3 de los países. Sin embargo, 6.000 millones de mujeres y niñas viven en los países en los que la violación conyugal no está explícitamente penalizada.
Consciente, solidarizado y muy preocupado por esta situación, considerada ya como una pandemia, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, inició la campaña con el nombre de Únete, para tratar de acabar con la violencia contra las mujeres, y ha elegido como eslogan: “Pinta el mundo de naranja: pon fin a la violencia contra mujeres y niñas”.
RECUADRO
Hechos y cifras
• El 35 por ciento de las mujeres y las niñas sufre alguna forma de violencia física o sexual a lo largo de sus vidas. En algunos países esta cifra asciende al 70 por ciento.
• Se calcula que 133 millones de niñas y mujeres han sufrido alguna forma de mutilación/ablación genital en los 29 países de África y Oriente Medio donde esta práctica perniciosa es más frecuente.
• En el mundo, en la actualidad, más de 700 millones de mujeres se casaron cuando eran niñas, de las cuales 250 millones eran menores de 15 años. Las niñas que contraen matrimonio antes de cumplir los 18 tienen menos probabilidades de terminar su educación y más de sufrir violencia doméstica y complicaciones en el parto.
• Las consecuencias de la violencia de género perduran generaciones.