Además de ser un laboratorio de propagación de especies nativas de alta montaña y restauración ecológica, el vivero del Convenio EPM – Fundación Natura se ha convertido en un espacio de aprendizaje, interacción e intercambio de experiencias, lo que ha permitido que sea sede de procesos investigativos en el marco de las compensaciones ambientales de la línea de trasmisión de energía eléctrica Nueva Esperanza.
Este fue el caso del trabajo de grado de Andrea del Pilar García, aspirante al título de Magister en Restauración Ecológica de la Pontificia Universidad Javeriana.
Esta tesis se desarrolló en el vivero ubicado en la Reserva Biológica Encenillo en Guasca (Cundinamarca) y se tituló: “Semillas dispersadas por aves a través de trampas de semillas bajo perchas artificiales como una alternativa de fuentes semilleras para la restauración ecológica del bosque alto andino”. Una investigación dirigida por el docente José Ignacio Barrera y codirigida por Néstor Peralta, asesor en monitoreo de fauna del Convenio EPM – FN.
Para Andrea, “los viveros hacen parte esencial de los procesos de restauración, no solamente para la vinculación de las comunidades locales, si no también, por la necesidad de un constante abastecimiento de material vegetal para que perduren en el tiempo. Este estudio contempla la dispersión de semillas como un servicio ecosistémico que prestan las aves y que tiene como objetivo alejar las semillas de los árboles parentales para así aumentar las probabilidades de germinación y establecimiento de las semillas en sitios lejanos a su procedencia”.
Por eso, su trabajo (publicado por la Fundación Natura), buscó analizar el potencial de uso para la restauración ecológica del bosque alto andino de las semillas dispersadas por aves en trampas de semillas bajo perchas artificiales como alternativa de fuentes semilleras.
En este proceso, se planearon objetivos específicos para identificar y cuantificar las semillas dispersadas por las aves en las trampas, evaluar la viabilidad de estas semillas, describir su uso potencial en procesos de restauración ecológica y conocer las especies de aves que utilizan las perchas artificiales.
Como resultado de esta investigación, “se obtuvo un total de 10.250 semillas de 12 familias botánicas, principalmente de hierbas y arbustos con importancia en procesos de restauración ecológica como Hesperomeles goudotiana (Mortiño), Cavendishia bracteata (Uva de anís) y con alta viabilidad como Morella pubescens (Laurel de cera) y Miconia ligustrina (Tuno). Las semillas fueron dispersadas por aves oportunistas de zonas abiertas y bordes de bosque como Turdus fuscater (Mirla pati naranja) y Cacicus chrysonotus (Arrendajo de montaña)”, agregó García.
- Le puede interesar: Cerro nororiental de Bogotá: la naturaleza al servicio de la salud
Dentro de los resultados de esta investigación, se resalta que la metodología implementada a través de las perchas artificiales, puede ser vista como estrategia complementaria de fuentes semilleras para aportar a los procesos de propagación de especies nativas, asociados a procesos de restauración; además, el uso potencial de especies capturadas resultó ser un aporte importante a las estrategias que se desarrollan en la reserva, conociendo nuevas especies de hierbas y arbustos que se pueden incluir dentro de los arreglos florísticos.
También se concluye que, “el porcentaje de viabilidad de las semillas dispersadas fue variable, siendo mayor la presencia de Morella pubescens (Laurel de Cera), con un 98%, seguido de Rubus bogotensis (Mora) con un 95% y Miconia ligustrina (Mortiño), con un 94%. Los porcentajes más bajos se presentaron en las especies Solamun nigrum (Yerbamora) con un 62% y Myrsine coriácea (Cucharo punta de lanza) con un 60%”; adicional, se lograron identificar 34 especies de aves en 36 muestreos, como visitantes de las perchas artificiales. La especie más abundante y con más presencia en las estructuras fue Turdus fuscater (Mirla pati naranja) indicando su importante rol en la dispersión de semillas del bosque alto andino.
“Esta investigación logra arrojar resultados que aportan a los procesos de restauración ecológica que se desarrollan en la Reserva Biológica Encenillo, principalmente en la búsqueda de metodologías de fuentes semilleras que garanticen la generación de material vegetal para la recuperación de áreas degradadas, entendiendo la dispersión de semillas por aves como un servicio ecosistémico que, no solo aporta al mantenimiento de los bosques, sino también como herramienta para restablecer la vegetación de un ecosistema degradado”, explica Natura.