Un nuevo análisis alerta de que podrían desencadenarse múltiples puntos de inflexión en el clima si la temperatura global aumenta más de 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.
Incluso con los niveles actuales de calentamiento global, el mundo ya corre el riesgo de superar cinco puntos de inflexión climáticos peligrosos, y los riesgos aumentan con cada décima de grado de calentamiento adicional, advierten sus autores en la revista 'Science'.
Un equipo internacional de investigación sintetizó las pruebas de los puntos de inflexión, sus umbrales de temperatura, las escalas de tiempo y los impactos a partir de una revisión exhaustiva de más de 200 artículos publicados desde 2008, cuando se definieron por primera vez de forma rigurosa los puntos de inflexión climáticos. Han aumentado la lista de posibles puntos de inflexión de nueve a dieciséis.
La investigación concluye que las emisiones humanas ya han llevado a la Tierra a la zona de peligro de los puntos de inflexión. Cinco de los dieciséis pueden desencadenarse con las temperaturas actuales: las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida Occidental, el deshielo abrupto generalizado del permafrost, el colapso de la convección en el Mar del Labrador y la muerte masiva de los arrecifes de coral tropicales. Cuatro de estos fenómenos pasan de ser posibles a ser probables con un calentamiento global de 1,5ºC, y otros cinco son posibles en torno a este nivel de calentamiento.
El autor principal, David Armstrong McKay, del Centro de Resiliencia de Estocolmo (Suecia), de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de la Comisión de la Tierra, afirma que ya se pueden ver signos de desestabilización en partes de las capas de hielo de la Antártida Occidental y de Groenlandia, en las regiones de permafrost, en la selva amazónica y, potencialmente, también en la circulación de vuelco del Atlántico.
"El mundo ya corre el riesgo de algunos puntos de inflexión --advierte en un comunicado--. A medida que la temperatura global aumente más, serán posibles más puntos de inflexión. La posibilidad de cruzar los puntos de inflexión puede reducirse reduciendo rápidamente las emisiones de gases de efecto invernadero, empezando de inmediato".
El Sexto Informe de Evaluación del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), afirmó que los riesgos de que se desencadenen puntos de inflexión climáticos pasan a ser elevados en torno a los 2°C por encima de las temperaturas preindustriales y muy elevados entre los 2,5 y los 4°C.
Este nuevo análisis indica que la Tierra podría haber abandonado ya un estado climático "seguro" cuando las temperaturas superaron aproximadamente 1°C de calentamiento. Una de las conclusiones de la investigación es, por tanto, que ni siquiera el objetivo del Acuerdo de París de las Naciones Unidas de limitar el calentamiento a bastante menos de 2°C y, preferiblemente, a 1,5°C es suficiente para evitar por completo un cambio climático peligroso.
Según la evaluación, la probabilidad de un punto de inflexión aumenta notablemente en el "rango de París" de 1,5-2°C de calentamiento, con riesgos aún mayores por encima de los 2°C.
El estudio proporciona un fuerte apoyo científico al Acuerdo de París y a los esfuerzos asociados para limitar el calentamiento global a 1,5°C, porque muestra que el riesgo de puntos de inflexión se intensifica más allá de este nivel. Para tener un 50% de posibilidades de alcanzar los 1,5 °C y limitar así los riesgos de los puntos de inflexión, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero deben reducirse a la mitad para 2030 y llegar a cero en 2050.
El coautor Johan Rockstrom, copresidente de la Comisión de la Tierra y director del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, afirma que "el mundo se dirige hacia un calentamiento global de 2 a 3 ºC. Esto pone a la Tierra en camino de cruzar múltiples puntos de inflexión peligrosos que serán desastrosos para la gente de todo el mundo".
Según señala, "para mantener las condiciones de vida en la Tierra, proteger a las personas del aumento de las temperaturas extremas y permitir sociedades estables, debemos hacer todo lo posible para evitar que se crucen los puntos de inflexión. Cada décima de grado cuenta", añade.
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El coautor Tim Lenton, director del Instituto de Sistemas Globales de la Universidad de Exeter y miembro de la Comisión de la Tierra, asegura que desde que evaluó por primera vez los puntos de inflexión climáticos en 2008, la lista ha crecido y nuestra evaluación del riesgo que suponen ha aumentado drásticamente.
"Nuestro nuevo trabajo proporciona pruebas convincentes de que el mundo debe acelerar radicalmente la descarbonización de la economía para limitar el riesgo de cruzar los puntos de inflexión climáticos --resalta--. Para lograrlo, ahora necesitamos desencadenar puntos de inflexión sociales positivos que aceleren la transformación hacia un futuro de energía limpia".
"Es posible que también tengamos que adaptarnos para hacer frente a los puntos de inflexión climáticos que no logremos evitar, y apoyar a quienes podrían sufrir pérdidas y daños no asegurables", añade Lenton.
Tras analizar los datos paleoclimáticos, las observaciones actuales y los resultados de los modelos climáticos, el equipo internacional llegó a la conclusión de que 16 de los principales sistemas biofísicos que intervienen en la regulación del clima de la Tierra (los llamados "elementos de inflexión") tienen el potencial de cruzar puntos de inflexión en los que el cambio se vuelve autosostenible.
Esto significa que, aunque la temperatura deje de aumentar, una vez que la capa de hielo, el océano o la selva tropical hayan superado un punto de inflexión, seguirán cambiando a un nuevo estado. El tiempo que dura la transición varía entre décadas y miles de años, dependiendo del sistema. Por ejemplo, los ecosistemas y los patrones de circulación atmosférica pueden cambiar rápidamente, mientras que el colapso de la capa de hielo es más lento, pero conduce a una inevitable subida del nivel del mar de varios metros.
Los investigadores clasificaron los elementos de inflexión en nueve sistemas que afectan a todo el sistema de la Tierra, como la Antártida y la selva amazónica, y otros siete sistemas que, de inclinarse, tendrían profundas consecuencias regionales. Entre estos últimos se encuentran el monzón de África Occidental y la muerte de la mayoría de los arrecifes de coral alrededor del Ecuador.
En comparación con la evaluación de 2008, se han añadido varios elementos nuevos, como la convección del Mar del Labrador y las cuencas subglaciales de la Antártida Oriental, mientras que el hielo marino del Ártico en verano y El Niño Oscilación del Sur (ENSO) se han eliminado por falta de pruebas de la dinámica de inclinación.
La coautora Ricarda Winkelmann, investigadora del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático y miembro de la Comisión de la Tierra, subraya que "es importante destacar que muchos elementos de inflexión en el sistema de la Tierra están interconectados, lo que hace que los puntos de inflexión en cascada sean una seria preocupación adicional. De hecho --prosigue--, las interacciones pueden reducir los umbrales críticos de temperatura a partir de los cuales los elementos de inflexión individuales comienzan a desestabilizarse a largo plazo".