
La COP16 de biodiversidad se reanuda en Roma el 25 de febrero tras su fracaso parcial en Cali. Con un escenario crítico, los expertos advierten que la actividad humana ha degradado el 75% de la tierra, poniendo en riesgo ecosistemas fundamentales para la vida en el planeta.
La crisis de la biodiversidad en cifras
Según la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), los humedales han sido los más afectados, con una reducción del 87% en los últimos tres siglos. La pérdida de estos ecosistemas compromete la absorción de CO2, la calidad del aire y la disponibilidad de agua potable.
Además, la ONU alerta sobre la posible extinción de 1 millón de especies, muchas de ellas esenciales para el equilibrio natural. Entre las más afectadas están los polinizadores, claves en la producción de alimentos, y los corales, que podrían desaparecer hasta en un 99% si el calentamiento global supera los 2°C.
Impacto económico y ambiental
El deterioro ambiental no solo representa una crisis ecológica, sino también económica. Más del 55% del PIB mundial, equivalente a 58 billones de dólares, depende directamente de la naturaleza, según PwC. La agricultura, la pesca y la construcción son algunos de los sectores más vulnerables ante la pérdida de biodiversidad.
A esto se suma el impacto de los subsidios perjudiciales para el medioambiente, que alcanzan hasta 2,6 billones de dólares anuales. La COP16 busca reducir en al menos 500.000 millones de dólares estas subvenciones antes de 2030, pero el desafío es inmenso.
Los expertos coinciden en que la restauración de suelos es clave para mitigar la crisis. Según la IPBES, recuperar tierras dañadas generaría beneficios diez veces superiores al costo de su degradación.
Con este panorama, la COP16 enfrenta el reto de tomar medidas efectivas para frenar la pérdida de biodiversidad y garantizar un futuro sostenible para el planeta.