El 97% de los peces de especies migratorias está en peligro de extinción | El Nuevo Siglo
ES IMPORTANTE resaltar que para llamar a una especie como migratoria, ésta debe hacer movimientos que sean persistentes./Fotos ©Camilo Díaz-WWF Colombia y Jorge E. García-Melo y Luís J. García-Melo-Proyecto Cavfish Unibagué​
Miércoles, 29 de Mayo de 2024
Redacción Medio Ambiente

¿Se imagina que las ballenas jorobadas ya no vengan a Colombia a partir de julio, sino en mayo? ¿Se imagina que cada vez sea más difícil encontrar subienda de peces como el bocachico o especies de aves para avistar? ¿Qué estamos haciendo para evitar que esto suceda?

 

WWWF recuerda que los seres humanos migramos. Eso no es un secreto para nadie. Y así como nosotros lo hacemos por medio de aeropuertos y pasaportes, algunos animales también lo hacen, sin maletas, pasando por fronteras, océanos, ríos, llanuras y selvas. A estas especies que van de un lugar a otro a lo largo de su ciclo de vida se les conoce como migratorias. Algunos de los ejemplos que más escuchamos son las ballenas, los jaguares y algunos peces como los grandes bagres. 

“Es importante resaltar que para llamar a una especie como migratoria, esta debe hacer movimientos que sean persistentes y con una duración, dirección y alcance superiores a sus recorridos rutinarios. Igualmente, deben tener características fisiológicas, anatómicas y conductuales que garanticen el uso de energía que requieren los movimientos antes mencionados”, señala.

 

Su migración, y paso por diferentes espacios, proporciona varios beneficios al Planeta, pues representa fuente de alimento, polinización de plantas, transporte de nutrientes y semillas, cacería de plagas y, además, almacenamiento de carbono. Es por esto que es un deber de los seres humanos cuidar estos animales que se mueven entre países o en caminos que atraviesan diferentes latitudes y altitudes. 

Peligros

El cambio climático es la variación en la temperatura de la atmósfera de la Tierra, causado por el aumento de la emisión de gases de efecto de invernadero (GEI), generados por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles y la deforestación de los bosques. Este fenómeno, como es de esperarse, no solo nos afecta a los seres humanos, con incidentes como los que hemos estado experimentando en estos años: incendios forestales, sequías, desecación de humedales, etc, sino que también afecta la vida de los animales o las rutas que toman para desplazarse entre fronteras. 

Por este motivo, la situación de las especies migratorias en todo el planeta es alarmante. De acuerdo con el más reciente informe de la Conferencia de las Partes (COP) de la Convención sobre la Conservación de las Especies Migratorias de Animales Silvestres (CMS), existen insectos, peces, tortugas marinas, aves y mamíferos migratorios, como ballenas, focas, murciélagos, antílopes y elefantes que requieren protección urgente.

En particular, por ejemplo, el 97% de los peces incluidos en la CMS están en peligro de extinción y como lo especifica Luis Zapata, coordinador marino-costero de WWF Colombia, esto se suele dar por la pérdida del hábitat, las colisiones con tránsito marítimo, el desarrollo de infraestructura costera, las malas prácticas en el turismo, la contaminación, el cambio climático y la captura incidental.  

En el caso de peces migratorios de agua dulce, el reciente Informe de Planeta Vivo 2024 nos muestra cómo las poblaciones estudiadas desde 1970, continúan disminuyendo en todo el mundo, lo que pone en riesgo la seguridad alimentaria y los medios de vida de millones de personas, la supervivencia de innumerables otras especies y la salud y resiliencia de ríos, lagos y otros humedales. Es oportuno resaltar que este 25 de mayo se conmemora el Día Mundial de los Peces Migratorios de Agua Dulce y que la mejor forma de honrar esta fecha es tomando acciones por su conservación y uso sostenible. 

De la misma manera, las aves están siendo afectadas por los cambios que se están generando en el ambiente:  el número de individuos está disminuyendo debido al declive en la presencia de insectos, que son su fuente principal de alimento. Publicaciones internacionales, como la revista Science, alertan que cada década, hemos perdido aproximadamente el 9% de la población mundial de insectos y que este fenómeno se debe igualmente, a acciones humanas como la deforestación, la agricultura industrial, el uso excesivo de pesticidas y por supuesto, el cambio climático. Por este motivo, el lema del Día Mundial de las Aves Migratorias de este año, celebrado el 11 de mayo, es “protege a los insectos, protege a las aves”. 

Recientemente en Villavicencio, Meta, en la Universidad de los Llanos, se celebró el XVII Congreso Colombiano de Ictiología, en el que también se celebraron el VII Encuentro Latinoamericano de Ictiología y el X Simposio Latinoamericano de Ictiología. Este evento, organizado por la Asociación Colombiana de Ictiólogos-Acictios, reunió a 251 expertos y expertos de la zoología de Colombia, Latinoamérica y del mundo en temas de interés del conocimiento, conservación y uso sostenible de los peces y su entorno. 

Uno de los simposios del Congreso fue el de Conservación de peces migratorios de Colombia, llevadas a cabo por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible, Acictios y WWF Colombia bajo la coordinación de Luis Zapata y Saulo Usma. En este espacio y enmarcados en el Plan Nacional de las Especies Migratorias (2010) y las Guías de Aves migratorias (2012), Peces migratorios (2013) e Insectos, Tortugas marinas, Murciélagos y Mamíferos marinos y de agua dulce migratorios (2014), se presentó la actualización de la lista nacional peces migratorios, los avances en el conocimiento de la migración de cada especie y la estrategia de conservación que el Ministerio desarrollará a través de nodos de conservación con las autoridades ambientales regionales y Parques Nacionales.