La céntrica Avenida Simón Bolívar de Buenaventura se vistió ayer de blanco, literal. Miles de personas se dieron cita desde las diez de la mañana a lado y lado de la populosa avenida, y de forma pacífica marcharon cogidos de las manos formando una gigantesca cadena humana que se extendió a lo largo de 21 kilómetros. Como para un Récord Guinness.
Fue el tercer día consecutivo en que la población salió a marchar pacíficamente por las calles del principal puerto colombiano sobre el Pacífico, por donde entra y sale el 70% de nuestras importaciones y exportaciones, en rechazo a la violencia generalizada que ha afectado al municipio desde hace varios meses.
Con camisetas blancas, tambores, globos blancos y portando pancartas que invitan a la paz y la armonía, por el derecho al trabajo y a la salud, miles de bonaverenses salieron a las calles a decirles a los violentos ‘Basta Ya’, ‘#SOSBuenavetura, ‘A Buenaventura se respeta, carajo!’.
Y es que desde finales del año pasado se incrementaron los hurtos a residencias, atracos a comercios formales e informales, robo de motocicletas, desplazamientos, desapariciones forzadas, extorsiones, secuestros y más de 30 homicidios han sido la rutina de los últimos tres meses.
- Para leer: SOS Buenaventura
Los enfrentamientos comenzaron tras el desmantelamiento, en 2019, de la banda criminal ‘La Empresa’, tras lo cual surgió la ‘Constru’ y después ‘La Local’ que recicló a la mayoría de delincuentes del puerto. Pero el enfrentamiento entre sus integrantes por hacerse de los negocios ilícitos, en especial las vacunas y el pisaje para permitir el narcotráfico terminó en una guerra sin cuartel entre sus dos facciones: ‘Los Espartanos’ y ‘Los Shotas’.
Dicha guerra a muerte de estos dos grupos ilegales ha afectado a más de 25 barrios de siete comunas del Distrito de Buenaventura.
El promotor de la marcha fue monseñor Rubén Darío Jaramillo Montoya, obispo de Buenaventura, quien megáfono en mano y desde un carro de los Bomberos invitó a los ciudadanos a marchar pacíficamente.
El prelado dijo que los bonaverenses “no podemos quedarnos callados ante tanta injusticia, tanta maldad de gente que está dedicada al delito”.
“Queremos unir a toda la ciudad en torno a la paz, es la construcción conjunta de toda una sociedad que rechaza la violencia, cansados de vivir en un mundo de incertidumbres, ya no queremos más esto”, afirmó.
Por su parte, el alcalde de Buenaventura, Víctor Hugo Vidal, calificó la jornada como “todo un éxito”, pues dijo que “con esto estamos demostrando que estas bandas criminales, que se han encargado de manchar la ciudad, no nos representan”.
El funcionario agregó: “Nosotros somos gente de paz, de convivencia, de alegría, de estudio, de trabajo y de fe, esto es lo que estamos demostrando hoy y el mensaje es contundente para Colombia y el mundo”.
Más operativos
Una delegación de la Defensoría del Pueblo acompañó a los manifestantes en el recorrido, mientras que Ejército y Policía continuaron realizando operativos de seguridad en diferentes sectores del municipio.
Mientras tanto, el personero de Buenaventura, Edwin Janes Patiño, reiteró que aunque ahora hay más presencia de la Fuerza Pública continúan los crímenes pero los cuerpos ahora son arrojados en zonas rurales de manglar.
Patiño dijo que van más de 500 familias desplazadas, 17 denuncias de personas desaparecidas, y amenazas a los habitantes prácticamente en todas las comunas.
Las autoridades realizan patrullajes por diferentes zonas del puerto y mantienen la recompensa de hasta $200 millones por información que permita la captura de alias ‘Mapaya’, alias ‘Pepo’ y alias ‘Fide’', cabecillas de las bandas criminales que están detrás de la grave situación de orden público en Buenaventura.
En los días previos se habían registrado también marchas en el sector del puente El Piñal, una vía que marca el ingreso y salida a Buenaventura y que es considerado el punto neurálgico del Distrito Portuario.
La ciudadanía confía llamar la atención del Gobierno nacional con estas jornadas de marchas pacíficas para que el Estado destine mayor inversión social para que los 450 mil habitantes del puerto sobre el Pacífico puedan mejorar su calidad de vida y vivir en paz.