El Contralor de Bogotá Andrés Castro, en su propósito de hacer un juicioso seguimiento a las inversiones efectuadas en proyectos críticos de la ciudad ha visitado, a la fecha, 9 proyectos de gran impacto que acumulan varios años de ejecución y cuantiosos recursos que, en el camino, han tenido toda suerte de suspensiones, prórrogas o modificaciones que no les ha permitido lograr su culminación en los tiempos previstos, de manera exitosa.
En este grupo se encuentran proyectos como la Torre de urgencias del Hospital de Kennedy, que se proyectó desde 2007 y que tendrá un costo cercano a los $132.000 millones.
También la nueva sede de la Alcaldía Local de Teusaquillo, obra frente a la cual se han presentado 63 quejas de vecinos por afectación a terceros en los predios aledaños a la construcción y en la que el ente de control estableció un hallazgo administrativo con incidencia fiscal y presunta incidencia disciplinaria y penal por $1.400 millones.
A este listado de obras priorizadas se suman el nuevo San Juan de Dios, cuyo contrato inició el 2 de julio de 2020, por un valor cercano a los $507.000 millones; el Comando de la Policía Metropolitana de Bogotá, proyecto que lleva 11 años en construcción y el cual requiere alrededor de $50.000 millones adicionales para su culminación.
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Y también se ha visitado el Centro Día Campo Verde (localidad de Bosa), obra que está abandonada y en etapa de estructura de cimentación. Actualmente, su contrato se encuentra en litigio por la declaración de incumplimiento parcial de la obra que efectuó la Secretaría de Integración Social.
Otros proyectos visitados por el Contralor, durante las últimas semanas, son la Torre dos del Hospital de Meissen, sobre el cual se adelantan 3 presuntos hallazgos fiscales, por más de $8.600 millones.
El organismo de control también recorrió, recientemente, el By-Pass de la estación de bombeo de aguas residuales de Britalia, obra que hace parte del engranaje para descontaminar el río Bogotá.
La comunidad manifestó al ente de control su preocupación por la demora en la entrega del proyecto y solicitó intermediación a este para la continuidad del mismo, ante las afectaciones que la obra ha generado en algunas viviendas cercanas.
El propósito de la Contraloría es contribuir a sacar del limbo estos proyectos de gran envergadura e impacto social. Esta estrategia le ha permitido a la entidad fortalecer sus procesos auditores, conocer de primera mano el avance de las principales obras en la ciudad y sentar a la mesa a Distrito, contratistas y comunidad.