LA falta de datos, el silencio impuesto a familiares de las víctimas y la estricta vigilancia del régimen chino hicieron imposible que la comisión de expertos de la Organización Mundial de la Salud OMS) que estuvo en Wuhan pudiera dar al mundo las esperadas respuestas sobre el covid-19.

Quince meses después de que China informara a la OMS sobre una “rara neumonía atípica” cuyos siete pacientes estaban “siendo tratados en aislamiento”, la única certeza que se tiene sobre el coronavirus es que ha afectado a no menos de 128 millones de personas, segado la vida de 2.800.000 más y que se están aplicando más de una docena de vacunas, todas de alta efectividad, pero de las que también se desconoce el periodo de inmunidad.

El cómo, cuándo, dónde y la forma en que se transmitió el virus desarrolla el covid-19 y declarada la pandemia por el mismo el 11 de marzo del año pasado, continúa en el misterio y sin esperanzas de tener alguna claridad. La razón:  se requiere de la cooperación y transparencia del gobierno chino no solo para realizar cualquier investigación, sino que el informe final de la misma está sujeto a su aprobación.

El comité de expertos de la OMS que viajó al gigante asiático y más específicamente a Wuhan, donde se detectaron los primeros casos, presentará mañana su informe que, por estar ya en poder de todos los países miembros se comenzaron a divulgar sus conclusiones.

Que es “extremadamente improbable” que el patógeno se originara en el laboratorio de máxima seguridad de la ciudad china, que lo más seguro es que se transmitió al ser humano vía de un animal intermedio (que pudo ser desde un conejo hasta un tejón turón) y que para determinar la fecha en que comenzó a propagarse se necesitan datos adicionales (entre ellos resultados de pruebas de sangre tomadas en los hospitales chinos antes de diciembre de 2019), son las principales conclusiones de la comisión científica.

Le puede interesar: Recomendaciones del Minsalud para esta Semana Santa

“Probable” y “muy probable” son las palabras que se repiten a lo largo del informe de 100 páginas, divulgado por AFP, y que evidencian, tal y como lo dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, que “todas las hipótesis están sobre la mesa y merecen más estudios a profundidad”.

Cuatro teorías

El informe de los expertos plantea cuatro hipótesis sobre el cómo llegó el virus al hombre, una de las preguntas claves que continúa sin respuesta. 

Animal vector. Esta primera hipótesis la califican “entre probable y muy probable". Así defienden que el virus se transmitió desde el animal huésped original, probablemente un murciélago, al ser humano a través de un animal huésped intermedio. Y, en tal sentido, evocan una lista de los que podrían haber desempeñado el papel de vector, desde gatos, conejos o visones, hasta especies menos comunes como pangolines, el tejón hurón y la civeta. Estas dos últimas especies eran portadoras del SARS a principios de los años 2000 en la provincia china de Cantón (sur).

A favor de esta teoría señalan que aunque los virus más parecidos se hallaron en murciélagos, la distancia evolutiva entre esos virus y el SARS-CoV-2 que causa el covid-19 se estima en varias décadas, lo que sugiere un "eslabón perdido" entre ambos. De igual forma concluyen que otros virus muy parecidos también se detectaron en pangolines, lo que sugiere que la transmisión entre especies a partir de los murciélagos ocurrió al menos una vez.

Los argumentos en contra son que el SARS-CoV-2 se ha hallado en un creciente número de especies de animales, pero los estudios sugieren que los humanos los infectaron y que, hasta ahora, las pruebas realizadas a una amplia gama de animales domésticos y salvajes en la región donde comenzó el brote no mostraron indicios del mencionado coronavirus.

Los expertos sugieren que el virus podría haberse introducido a través de las importaciones a Wuhan de carne procedente de granjas de animales salvajes en otras provincias chinas. "Aunque esto no demuestra una relación, sí proporciona un próximo paso significativo" para examinar, manifiestan.

Le puede interesar: Canal de Suez: 'Ever Given' fue desencallado y el tráfico se reanuda

Transmisión directa.  Esta hipótesis, considerada de "posible a probable", supone que el SARS-CoV-2 pasó directamente del huésped original, probablemente un murciélago, a los humanos. Se basan para ello en que la mayoría de coronavirus que se hallan actualmente en los humanos procede de animales y, más específicamente de los murciélagos 'Rhinolophus'.

Sin embargo aclaran que aunque el parentesco genético más cercano al SARS-CoV-2 es un virus de murciélago, el análisis indica que hay una importante diferencia evolutiva entre ellos y que además “no es probable que los contactos entre humanos y murciélagos o pangolines sean tan frecuentes como el contacto entre humanos y ganado o animales salvajes de granja".

El documento señala también que "se han encontrado anticuerpos contra las proteínas de los coronavirus de los murciélagos en seres humanos que han estado en estrecho contacto con ellos".

Virus similares también se detectaron en el pangolín malayo y el informe no puede descartar que los visones sean la fuente principal. 

El informe señala que estudios de rastreo de las cadenas de suministro de los mercados de Wuhan proporcionan algunas "pistas creíbles", que deberían ampliarse a otros países.

Cadena de frío. Calificada como "posible", sugiere que los alimentos congelados o sus envases podrían haber sido un potencial vector del SARS-CoV-2.

Pekín defiende la idea del origen extranjero del patógeno ya que registró algunos brotes del covid relacionados con la importación de productos congelados el año pasado, pero, según el informe, la hipótesis de su entrada en China a través de alimentos congelados en 2019 sería "extraordinaria", porque el virus "no circulaba entonces a gran escala" en el mundo.

También lea: Desconfinamiento avanza en Inglaterra con picnics y piscinas

"No hay pruebas concluyentes de la transmisión del virus a través de los alimentos y la probabilidad de que se produzca una contaminación de la cadena de frío con el virus a partir de un reservorio es muy baja", señala el informe, al tiempo que solicitan que se examinen los restos de productos congelados, especialmente los animales salvajes de granja, que se vendieron en el mercado Huanan de Wuhan desde diciembre de 2019, si siguen disponibles.

Fuga de un laboratorio. Los expertos prácticamente descartaron que el SARS-CoV2 fuera creado en un laboratorio y propagado, bien por un accidente o deliberadamente. La comisión de la OMS visitó el Instituto de Virología de Wuhan, un laboratorio de alta bioseguridad por los virus que allí se manejan y recibió la colaboración de todo su equipo encabezada por la reconocida científica Liang Wannian.

Dicho Instituto además de albergar el Centro de Cultivo de Virus, estudia algunas de las enfermedades más peligrosas del mundo y con anterioridad había investigado la relación entre los murciélagos y los brotes de enfermedades en China.

Sus científicos ayudaron a arrojar luz sobre el patógeno del covid-19 en los albores del brote en Wuhan. En febrero de 2020, un grupo de investigadores publicó un trabajo que concluía que la constitución genética del nuevo virus era un 80% similar al coronavirus del SARS, y el 96% era idéntico al coronavirus encontrado en los murciélagos.

Así, el informe minimiza pero no descarta la teoría a que impulsó a comienzos del año anterior el entonces presidente estadounidense Donald Trump y otros, y que ganó peso con el secretismo chino y su incapacidad de determinar el origen.

Como se recordará, Trump fue el primero en cuestionar a la OMS por su tardía reacción ante el covid-19 por presunta presión de China, lo que hizo que cuando se informó al mundo de la pandemia, el poderoso virus estaba presente en casi todos los continentes.

En conclusión, el informe no crea ninguna sorpresa, no resuelve el misterio del origen del virus ni su contagio del animal al humano y subraya la necesidad de realizar estudios en una zona más amplia que China. De esta forma, y como lo reseñan en el documento “es altamente improbable” que se conozca cómo, cuándo, dónde y la forma en que se propagó el coronavirus.