Investigadores del Programa de Modelos de Funcionamiento y Sostenibilidad del Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas, Sinchi, publicaron un estudio en el que analizan el futuro de los bosques de la Amazonia colombiana.
Uriel Murcia, coordinador del programa de Modelos de Funcionamiento y Sostenibilidad del Instituto Sinchi y coautor de la investigación afirmó que “desarrollamos un modelo explicativo y prospectivo con alto poder de predicción sobre los cambios en el uso del suelo, a partir de la información recopilada durante 18 años por el Sistema de Monitoreo de las Coberturas de la tierra de la Amazonia colombiana (Simcoba) y se analizó el efecto de 29 variables espacialmente explícitas”.
La investigación inició en 2016, cuando bajo el contexto de las nuevas dinámicas de ocupación presentadas en los territorios amazónicos, después de la firma del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las Farc, los investigadores se plantearon responder a la pregunta ¿Cuál será el futuro de los bosques de la Amazonia colombiana en distintos escenarios de desarrollo bajo la actual etapa de postconflicto?
Para responder este interrogante los expertos estudiaron las dinámicas de la pérdida de bosque entre 2002 y 2016 y relacionaron esta transformación con un conjunto de variables mediante el algoritmo: redes neuronales, que a su vez permitió crear un modelo explicativo y predictivo.
Posteriormente, para validar el poder predictivo del modelo, se proyectó un mapa al 2018 y se comparó con uno del mismo año, pero elaborado por el Sistema de Monitoreo de las Coberturas de la tierra de la Amazonia colombiana (Simcoba), lo que mostró un nivel de coincidencia del 91%. Cabe destacar que el SIMCOBA ha permitido crear mapas de coberturas de la tierra a partir de la interpretación de imágenes satelitales Landsat desde el 2002 hasta la actualidad.
¿Cuál es el camino para el futuro de la Amazonia?
Con este modelo predictivo, la investigación desarrolló un conjunto de escenarios plausibles sobre el futuro de la Amazonia colombiana, a partir de la consulta a distintos expertos sobre temas ambientales, teniendo en cuenta las condiciones pasadas y futuras en la actual etapa de posconflicto y propuso tres escenarios posibles como rutas de desarrollo para esta región, a los que denominó: tendencial, extractivista y desarrollo sostenible.
En el escenario tendencial, es decir, “tal y como están las cosas”, si no se implementan las políticas de control sobre la deforestación y de otros factores de degradación de los bosques, se podrían perder al menos 2,1 millones de hectáreas de bosque al 2040.
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En el escenario extractivista; bajo una ruta de promoción de políticas de desarrollo extractivista, incentivando la ganadería y potencialmente los monocultivos de soja y otros granos, −como ha ocurrido en otras regiones como en la Amazonia brasilera−, en la Amazonia colombiana la deforestación podría impactar 4,3 millones de hectáreas de bosques amazónicos al 2040.
Sin embargo, en el último escenario de desarrollo sostenible que apunta principalmente a la reducción de la ganadería para evitar que nuevas áreas de bosque amazónico sean convertidas a pastos, tolera una baja tasa de deforestación, incentivar los Acuerdos de Conservación sobre las áreas transformadas, promover los Sistemas Agroforestales de Producción, así como la reducción de la violencia y el fortalecimiento del liderazgo ambiental local, podría evitarse la deforestación de al menos 3,5 millones de hectáreas al 2040, frente a lo que pasaría en un escenario extractivista.
William Agudelo Henríquez, investigador del Instituto Sinchi y coautor del artículo, que fue publicado en la revista Scientific Reports, explica que gracias al Sistema de Monitoreo de las Coberturas de la tierra de la Amazonia colombiana (Simcoba), el Sinchi tenía evidencia de la cantidad y ubicación de los bosques amazónicos que se habían perdido entre 2002-2016 y con esta información se logró analizar estadísticamente cuáles fueron los factores o causas que influyeron en zonas deforestadas.
“Este análisis nos ayudó a crear un modelo predictivo sobre el futuro de los bosques que aún se conservan y a conocer la probabilidad matemática de que se mantengan o se pierdan por las causas analizadas. El modelo matemático calibrado permitió generar varias alternativas de la distribución de las coberturas naturales hacia el futuro, en este punto, la elaboración de las hipótesis o historias plausibles nos ayudó a crear los escenarios y producir los mapas futuros con los parámetros obtenidos de las narrativas de los expertos en temas ambientales y científicos de la Amazonia”, afirma Agudelo.