Platos y preparaciones italianas, españolas, mexicanas y de más nacionalidades ruedan por las calles de Bogotá en camiones o buses decorados con distintas temáticas, en los que el arte y la gastronomía se mezclan para crear una nueva tendencia de modelo de negocio: los Food Truck.
“El Food Truck es un camión de comida, una propuesta gastronómica, es algo innovador, una oportunidad de negocio la cual te abre muchísimas posibilidades porque permite desplazarte a varios puntos, abrir varios mercados y crear una comunidad mucho más grande”, le dijo a EL NUEVO SIGLO Lina Aranda, fundadora de The Walking Burger.
Estas cocinas rodantes ofrecen a los capitalinos un menú con distintas opciones tanto de comidas rápidas como gourmet. Entre ellas se encuentra la paella, estofados, helados artesanales italianos, sándwich con sabores inspirados en la cultura de otros países y más preparaciones que hacen que los comensales tengan a la mano los mismos servicios de un restaurante tradicional.
Aunque en Bogotá no hay una reglamentación completa para este tipo de negocio, la tendencia ha crecido desde hace aproximadamente siete años cuando un grupo de personajes tomó la idea de Estados Unidos, donde surgió y se extendió a diferentes partes del mundo. “Es una industria que ha ido en evolución. Este movimiento ya lleva unos siete u ocho años, en los que se empezó a gestar”, le expresó a este Diario Guillermo Herrera, uno de los pioneros de este modelo en Bogotá y consultor de marketing gastronómico.
Pero el concepto de Food Truck se ha convertido en tendencia no solo gracias a que cada año curiosos y amantes de la gastronomía se unen a este modelo, dejando una suma de más de 80 camiones en Bogotá, sino también por la acogida que han tenido en grandes eventos y festivales como la Feria del Libro o el Esterero Picnic.
“La gente encuentra la comida y tiene cinco, seis, siete o hasta 10 opciones diferentes, donde puede comer comida mexicana, italiana, árabe, hamburguesas, en fin, puede comer lo que quiera y todos los tiene a su alrededor. Bien servido y bien atendido”, aseguró Ernesto Verastegui, representante de Aso Food Truck Bogotá.
Cocinas rodantes o estáticas
Desde el origen del modelo gastronómico se gestó una idea autóctona de ir por los puntos más importantes de la cuidad en grandes camiones o buses, ofreciendo diferentes propuestas de comida. Pero en Bogotá a lo largo de los años solo unos pocos se movilizan y otros hoy en día se estacionan en lugares privados, pagando una mensualidad.
Es el caso de Frank Truck, quienes optaron por esta medida debido a que “la legislación no ha sido clara en cuanto a esto. Por eso pagamos un arriendo en un parqueadero privado para tenerlo y esa no es la filosofía original de un Food Truck”, indicó Mauricio Mancini, dueño de Frank, un especialista en perros calientes y mazorcadas, ubicado en la Calle 81 y en el Centro Comercial Parque La Colina.
A diferencia de Mauricio, Lina Aranda y su esposo, Felipe Sánchez, prefirieren mantener la filosofía de no esperar a que la gente entre a su negocio, sino ir directamente hacia ellos y poner en un segundo plano los riesgos que esto implica. “The Walking Burger es un bus americano con temática zombie que se mueve por todo Bogotá, llevando el sabor artesanal de nuestras hamburguesas”.
Un estilo propio
Sin embargo, la gastronomía no solo es el principal motor de los Food Trucks, sino también el diseño de los estos camiones, el cual le aporta un toque de identidad y define un estilo propio al momento de vender cualquier tipo de comida. Algunos animales, el futbol, las series de televisión o un mapa con colores llamativos son las temáticas más usadas para decorar el interior y exterior de cada vehículo.
Es así como Lina y Felipe, creadores de The Walking Burger, se inspiraron en una reconocida serie de televisión para crear y decorar su Food Truck. Un autobús que va desde la zona de las Américas Occidental, pasa por la Avenida Boyacá con Calle 53 en el barrio Normandía y va hasta el Centro Internacional, cerca a la Plaza de Toros.
El bus recrea una de las escenas de la serie con algunos zombies custodiando el lugar, al interior, las sillas tradicionales en fila son reemplazadas por mesas, organizadas como en un restaurante y una cocina en acero que ocupa la parte posterior del vehículo.
“Mi esposo es diseñador industrial y siempre le ha llamado mucho la atención la remodelación de carros, por eso pensamos en hacer el Food Truck de comidas rápidas. Pero como nosotros además somos seguidores de la serie The Walking Dead, decidimos juntar las dos cosas”, comentó Lina.
En Colombia, esta tendencia se ha transformado cada vez más, sin dejar de lado sus principales reglas como el abastecimiento de agua, gas, electricidad y un recubrimiento en acero. Pero el concepto se ha reinventado en diferentes formas de proponer una gastronomía con factores de innovación y el arte.
“La ventaja que tiene el Food Truck es que nosotros vamos donde está la gente, al ser móviles nosotros llegamos donde está la aglomeración y eso le gusta al cliente”, finalizó Verastegui.