La Policía Metropolitana de Bogotá en coordinación con la Fiscalía General de la Nación ocupó 12 inmuebles y 4 establecimientos de comercio que habrían sido destinados al almacenamiento y comercialización de autopartes hurtadas.
De acuerdo con las labores investigativas de los agentes encubiertos de la Policía, los predios ocupados eran utilizados para la venta de repuestos y accesorios para carros y motocicletas sin soportes o documentación que explicara su origen.
En estos lugares, al parecer, también se alteraban los números de serie de motores y chasises de vehículos de gama alta reportados como robados; en varias diligencias fueron encontrados automotores desarmados, y sus partes remarcadas y listas para ser ofrecidas en el mercado ilegal.
Las propiedades, avaluadas en aproximadamente 14.500 millones de pesos, fueron afectadas con medidas cautelares de suspensión del poder dispositivo, embargo, secuestro y toma de posesión.
Los procedimientos de ocupación se realizaron en las localidades de Los Mártires, Kennedy, Antonio Nariño, Barrios Unidos y Suba.