La mayor entrada de divisas al país por una mayor inversión extranjera y créditos de banca externa, hicieron que la cotización del dólar cayera el día de ayer a casi $42, provocando que la tasa de cambio se descolgara otra vez de los $4.500.
La divisa cerró en $4.482,45, ubicándose $41,58 por debajo de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) que fue de $4.523,64.
La divisa extranjera abrió la jornada por debajo de la barrera de los $4.500, luego de una semana en la que moneda repuntó desde los $4.424 hasta los $4.532.
Según los expertos, este comportamiento obedece a factores nacionales e internacionales. En el ámbito local, ha estado relacionado con los flujos estacionales de divisas y la mejor percepción del rol de la institucionalidad de cara a las reformas del gobierno. En cuanto a los factores externos, tiene que ver con un dólar más débil a nivel global y el aumento en los precios del petróleo.
El ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, indicó que el dólar se ha mantenido sobre los límites proyectados por el Banco de la República.
Por su parte, el Banco de la República ha señalado que el promedio móvil en los últimos 20 días de esta divisa es de $4.569,51, mientras que la devaluación año completo es de 18,45 % y la devaluación en lo corrido del año es 5,96 %.
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Sin duda, en las últimas semanas para los colombianos se ha abierto un canal que puede dar respiro ante el rumbo del costo de vida y es la tendencia que la divisa ha tomado y presentar un resultado a la baja.
Con razón en el marco de uno de los paneles organizado por el Banco Interamericano de Desarrollo en Washington, Leonardo Villar, gerente general del Banco de la República, afirmó que la reciente valorización del peso respecto al dólar, la cual señaló que ayudará a moderar la inflación en los próximos meses.
En este mismo sentido, los investigadores del Bancolombia señalaron que el peso colombiano retomó de nuevo a una senda de fortalecimiento, al registrar una apreciación de 4,2 % frente al dólar durante marzo. La tendencia se explicó por el incremento del apetito por riesgo en los mercados emergentes y menor percepción de riesgo relativo del país.
Aunque la caída en el valor del dólar afecta negativamente las exportaciones del país, pero beneficia a las importaciones de productos a un precio más bajo, como los compradores en el exterior de materias primas, vehículos y al Gobierno que debe pagar menos deuda externa en dólares.