Al celebrarse este sábado el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, Colombia decidió acelerar sus programas para frenar esta actividad. El ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera Báez, dijo que “Colombia no es ajena con la utilización de menores en el trabajo infantil. Cero tolerancia a esta práctica, más educación y compromiso de los padres de familia para que conjuntamente con las autoridades educativas el niño no esté en la calle o en un sitio difícil sino en un aula de clase”.
En un evento para frenar esta práctica, liderado por el Ministerio del Trabajo, participó la primera dama de la Nación, María Juliana Ruiz, quien compartió la premisa del ministro: “Cero tolerancia a cualquier forma de violencia, abuso o maltrato hacia niños, niñas y adolescentes”.
El titular de esta cartera aseguró que se activará un trabajo entre la entidad y las Direcciones Territoriales, los coordinadores de Policía de Infancia y Adolescencia departamentales y gobernadores. Boyacá, Casanare y Quindío han avanzado y se continuará en Tolima, Cundinamarca y Valle del Cauca con jornadas de sensibilización para acabar con este flagelo.
Experiencias exitosas de 19 jóvenes que hacen parte del Consejo Asesor y Consultivo de niños, niñas y adolescentes que emprenden acciones en sus regiones, fueron expuestas en el encuentro.
Informes
El Ministro también se refirió al informe de la OIT y Unicef, que precisa que en el mundo hay 160 millones de menores que laboran y por efectos de la pandemia la cifra aumentó en 8.4 millones, lo cual conlleva a que "tenemos que estar muy alerta en Colombia", aseguró.
Resaltó que en el país sigue bajando la tasa de trabajo infantil, ya que pasó de 5.4% en 2019 a 4.9% en el último trimestre de 2020.
Por su parte, el coordinador país para la OIT, Ítalo Cardona, sostuvo: “Sabemos que es un reto enorme para que Colombia sea un país libre de trabajo infantil dentro de cuatro años, pero sigamos avanzando y haciendo un esfuerzo adicional para no dejarnos atrás del Desarrollo Sostenible con equidad y con inclusión”.
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Los sueños
La directora del ICBF, Lina Arbeláez, enfatizó sobre el apoyo que los menores reciben para la reconstrucción de su proyecto de vida: “no podemos seguir truncándoles los sueños a los niños de nuestro país”.
El coordinador de la Policía de Infancia y Adolescencia, coronel Jhon Jaiver Alzate, destacó la contribución en la prevención del trabajo infantil en todo el territorio nacional: “Sigamos haciendo un esfuerzo para no dejarnos atrás y tener mayor inclusión”.
El ministro Cabrera destacó la articulación y participación de los aliados estratégicos en las tareas comunes frente a la prevención y erradicación de trabajo infantil y la protección integral al adolescente como la Red Colombia de Empresas, los proyectos USDOL, Colombia Avanza, Somos Tesoro, Pilares y Palma Futuro, entre otros.
Compromiso
Precisamente en abril pasado, Colombia firmó el compromiso por la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil. Según el ministro Ángel Custodio Cabrera, aún faltan entre 4.000 y 6.000 niños, niñas y adolescentes por sacar de esta situación, por lo que el Gobierno colombiano firmó el Compromiso Nacional por la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil y la Protección Integral al Adolescente Trabajador, con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) como testigo.
Según informes de la OIT realizados en el 2020, una de las principales preocupaciones frente a los riesgos que implica la pandemia para la niñez es la interrupción de la educación, causada por las medidas de confinamiento y la falta de soluciones de aprendizaje a distancia, sobre todo evidente en el caso de áreas rurales.
La directora adjunta de la OIT para los Países Andinos, Elena Montobbio, dijo que “a cuatro años de la medición de la meta 8.7%, en 2025, el Año Internacional nos convoca a actuar decididamente, con políticas y presupuestos suficientes para preservar lo que hemos logrado”, enfatizó Montobbio, quien también expresó que el cierre de las escuelas, la reducción de ingresos en las familias, la falta de cobertura en programas de protección social y las consecuencias en la salud mental en los niños y niñas, son factores de riesgo que pueden llegar a causar un efecto regresivo en los avances por erradicar el trabajo infantil.
De acuerdo con la OIT, el trabajo infantil impide el libre desarrollo de la personalidad de los niños y niñas, obstaculiza sus sueños e impide que adquieran trabajos decentes en su adultez contribuyendo al aumento de la pobreza mundial. La implementación de este acuerdo es vital para que niños, niñas y adolescentes colombianos puedan acceder a una educación formal y de calidad, que permita al país seguir su camino hacia la justicia social.
En el mundo
Referente a esta situación, la ONU advirtió que millones de niños podrían verse obligados a trabajar a causa de la pandemia de covid-19, en tanto el número de afectados por el trabajo infantil en el mundo creció por primera vez en dos décadas.
Un informe conjunto de la (OIT) y de Unicef, la agencia de Naciones Unidas para la infancia, estima que, a principios de 2020, 160 millones de menores estaban forzados a trabajar, es decir, 8.4 millones más que hace cuatro años.
Si se acaban cumpliendo las proyecciones sobre el aumento de la pobreza en el mundo, nueve millones de infantes más se verán forzados a encontrar un trabajo antes de que termine el próximo año, según el informe.
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Una cifra que podría ser incluso cinco veces más alta según las proyecciones, advirtió Claudia Cappa, estadística de Unicef y una de las autoras del estudio.
"Si las proyecciones sociales bajan respecto a su nivel actual, a causa de las medidas de austeridad y otros factores, el número de niños forzados a trabajar podría aumentar en 46 millones" para finales de 2022, explicó a la AFP.
El informe, que se publica cada cuatro años, muestra que la mitad de los menores que trabajan tienen solo entre 5 y 11 años.
La tendencia alcista empezó antes de que la pandemia trastocara totalmente la economía mundial y supone un giro, pues entre 2000 y 2016, el número de infantes que trabajaban descendió en 94 millones.
El fenómeno afecta más a los chicos: 97 millones de los 160 millones que trabajaban a principios de 2020 eran varones.
Y más preocupante es aún el crecimiento del número de pequeños de 5 a 17 años que desempeñan trabajos peligrosos, es decir, que pueden afectar directamente a su desarrollo, a su educación o a su salud.
Esta categoría incluye sectores peligrosos como la minería o la pesca o, también, el hecho de tener que trabajar más de 43 horas semanales, que hace que la escolarización sea prácticamente imposible.
Desempleo en la juventud
De otro lado, el DANE publicó el informe sobre el empleo juvenil. Durante el trimestre móvil febrero-abril 2021, la tasa global de participación (TGP) de la población joven en el total nacional fue 55,1%, presentando un aumento de 4,2% comparado con el trimestre móvil febrero-abril 2020 (50,8%). Para las mujeres esta tasa se ubicó en 47,4% y para los hombres fue 62,5%. La tasa de ocupación (TO) para el total de personas entre 14 y 28 años fue 42,3%, presentando un aumento de 3,1 puntos comparado con el trimestre móvil febrero-abril 2020 (39,2%).
Para los hombres esta tasa se ubicó en 51,3% y para las mujeres la TO fue 33,2%. La tasa de desempleo de la población joven se ubicó en 23,1%, mientras que para el trimestre móvil febrero - abril 2020 fue de 22,8%. Para las mujeres esta tasa se ubicó en 30,1% y para los hombres en 17,9%. En el trimestre febrero-abril 2020 estas tasas fueron 28,9% y 18,4% respectivamente
Entre tanto, la tasa de desempleo (TD) de los hombres (17,9%) fue menor que la de las mujeres (30,1%) en 12,1 puntos porcentuales. Esta diferencia aumentó 1,7 puntos porcentuales frente al trimestre móvil febrero - abril 2020.