Biden y López Obrador cierran filas "pese a las diferencias" | El Nuevo Siglo
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Martes, 12 de Julio de 2022
Agence France Presse

PROPUESTAS sobre lucha contra la inflación y la petición de que se deje entrar a más migrantes con visas de trabajo planteó el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a su homólogo norteamericano Joe Biden en un encuentro en la Casa Blanca, tras el cual escenificaron una relación "fuerte" pese a recientes tensiones.

Hay que "actuar juntos frente a los grandes desafíos" porque "vivimos tiempos difíciles", con las secuelas de la pandemia y la guerra en Ucrania, "la cual no solo ha dejado dolor y destrucción sino que agravó la crisis económica e impulsó la espiral inflacionaria", afirmó López Obrador.

"No será la primera ni la última ocasión -dijo- en que cerremos filas para ayudarnos mutuamente, a pesar de nuestras diferencias y de agravios que no resultan fácil de olvidar ni con el tiempo ni con los buenos deseos".

"En muchas ocasiones hemos podido coincidir y trabajar como buenos amigos y verdaderos aliados", añadió, sentado en un sillón junto a Biden antes de una reunión a puerta cerrada.

El presidente estadounidense calificó a López Obrador de "amigo" y "aliado" con quien mantiene "una relación fuerte y productiva" a pesar de que los titulares de la prensa digan lo contrario.

En los últimos meses hubo desencuentros entre los dos gobiernos.

López Obrador no participó en la Cumbre de las Américas, en protesta por la negativa de la Casa Blanca a invitar a los gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, y tomó la defensa del fundador de Wikileaks Julian Assange, procesado por una filtración masiva de documentos confidenciales de Estados Unidos.

Además, su reforma energética bloquea miles de millones de dólares de inversiones y México se niega a sumarse a las sanciones internacionales contra Rusia por haber invadido Ucrania.

Cuando todavía está en mente de todos la tragedia de los más de 50 migrantes muertos en un tráiler en Texas, la migración fue el tema dominante de la reunión.

López Obrador abogó por "ordenar el flujo migratorio y permitir la llegada a Estados Unidos de obreros, técnicos y profesionales de las distintas disciplinas, mexicanos y centroamericanos, con visas temporales de trabajo para asegurar que no se paralice la economía por falta de mano de obra".

Y "es indispensable, lo digo de manera sincera y respetuosa, regularizar ya y dar certidumbre a migrantes que desde hace varios años trabajan honradamente y contribuyen al desarrollo" del país, añadió en referencia a una vía hacia la ciudadanía, una de las promesas de Biden truncadas por el Congreso.

Inversión y visas de trabajo

El inquilino de la Casa Blanca le recordó que su gobierno batió "un récord" el año pasado al emitir 300.000 visas H-2 (destinadas a personas sin intención de inmigrar permanentemente) para trabajadores mexicanos y agradeció a su homólogo que hiciera lo propio con centroamericanos en México.

Añadió que Washington "está haciendo inversiones históricas en la modernización de la infraestructura" a lo largo de los más de 3.000 km de frontera común y combate "el tráfico ilegal de fentanilo" y de personas.

Durante su mandato, cada mes más de 200.000 personas que intentaron entrar en el país fueron enviadas de vuelta, invocando el programa Quédate en México.

Los dos dirigentes tendrán que coordinarse porque esto podría cambiar ya que la Corte Suprema dio a Biden una de las pocas alegrías de las últimas semanas, autorizándole a poner fin a Quédate en México, una de sus promesas de campaña.

Se habló además de medidas para frenar la inflación galopante en ambos países y especialmente el alza de los precios de combustibles en Estados Unidos.

López Obrador propuso "algo parecido" a lo que hizo Franklin D. Roosevelt tras la Segunda Guerra Mundial. Llamó a "garantizar al doble el abasto" de gasolina para ayudar a los estadounidenses que se surten en México, donde es más barata, hasta que bajen los precios en Estados Unidos y puso "a disposición de su gobierno más de 1.000 km de gasoductos" a lo largo de la frontera para transportar gas por un volumen capaz de abastecer de energía eléctrica a unos tres millones de personas.

Sugirió asimismo "un plan de inversión privada y pública (...) para producir bienes" y así evitar importarlos de otros países y continentes".