Hay preocupación en el país sobre los efectos que dejan los intentos del Gobierno para cuadrar las finanzas, sobre todo ahora que ya no tiene la alternativa de una ley de financiamiento, con la que aparentemente buscaba $12 billones.
Para conocer de cerca esta situación, EL NUEVO SIGLO invitó a la directora de investigaciones económicas del Bancolombia, Laura Clavijo, una de las más destacadas analistas del país, para conocer de primera mano cuál es la gravedad sobre la situación financiera en que está inmerso el país.
Sin calculadora a la mano, pero con las cifras en la cabeza, Clavijo mostró un escenario preocupante, sobre todo por los riesgos que tiene Colombia de perder la nota de las calificadoras, que sin duda van a encarecer la deuda externa, sobre todo cuando el Gobierno manda esos mensajes desconcertantes de 'default' que tanto inquietan a los inversionistas.
El descuadre
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué tan grave es el descuadre fiscal?
LAURA CLAVIJO: Sin duda hay presiones significativas, como ya el mercado los conoce, de cara a un recaudo que, de manera sistemática, se queda por debajo de la meta del Gobierno. Por otra parte, el gasto, que si bien se viene subejecutando, creció de manera importante de un año a otro, y el presupuesto estimado de $523 billones que se debería decretar para el 2025, generan, digamos, una abultada presión desde el punto de vista de gasto. El sinceramiento de las cuentas fiscales es algo primordial para dar confianza, precisamente en esta dinámica, y también hay retos estructurales hacia adelante.
Pensar que la deuda colombiana va a volver a aumentar hacia niveles del 60 % del PIB, no es nada positivo de cara a la confianza de inversionistas, y el mercado ya viene incorporando una mayor prima de riesgo Colombia por cuenta de todos estos retos que estamos mencionando.
ENS: ¿Esa perspectiva no sería también preocupante para que empeoren las notas calificadoras del país?
LC: El mercado viene incorporando en la prima de riesgo que le está otorgando a la deuda colombiana, como si tuviéramos una deuda con una calificación inferior en dos grados. Hoy día nuestra deuda se lanza como si estuviéramos con la calificación, por ejemplo, que tiene Brasil, que es una economía caracterizada por importantes retos fiscales también. Entonces, el mercado ya viene incorporando y descontando de alguna manera esta visión y creemos que es factible que alguna calificadora, al hacer su análisis juicioso, termine por degradar la calificación de Colombia. Y si bien el mercado lo puede estar anticipando, incorporándolo en diferentes activos y primas de riesgo, no deja de ser una mala noticia para el mercado y generaría un encarecimiento de la deuda colombiana.
Y además, si tenemos un gobierno que tiene un presupuesto que no va a poder financiar ahora vía mayores impuestos al caerse la ley de financiamiento, tendrá que buscarlo vía endeudamiento. Así que una peor calificación de la deuda implicará también mayor nivel de endeudamiento y de presión a la hora de buscar esos recursos.
Mensajes de incertidumbre
ENS: ¿Qué es más preocupante: las cifras o los mensajes que atentan contra el desempeño en la economía?
LC: Son las dos cosas. Los mensajes que dio el Gobierno a mitad de este año con un marco fiscal de mediano plazo que realmente redujo –recuerden que se recortó el gasto en $20 billones y eso se aumentó incluso al final del año con un recorte equivalente a $33 billones–, son mensajes que van en la dirección correcta, pero hay que mirar un poco desde los mensajes a los hechos y ahí es donde las cifras también cuentan con otra historia. Estamos a punto de cerrar el año todavía, viendo si se va a cumplir la regla fiscal.
ENS: ¿Y se va a cumplir con la meta de esa regla fiscal?
LC: Desde nuestro equipo producíamos un escenario donde era factible cumplir la regla fiscal dada la baja ejecución que se viene realizando del presupuesto, de ese gasto, pero lo cierto es que solo el último día sabremos si se cumple la regla fiscal este año, porque realmente está difícil la cosa con un recaudo que no genera los recursos necesarios y un gasto que si bien se está subejecutando, se ha echado tijera de ese gran presupuesto, deja de ser un poco insuficiente de cara a todo ese avance fiscal. Entonces las cifras también están mostrando unas presiones importantes y el año 2025 arranca desfinanciado por cuenta no solo de una ley de financiamiento que ya no prospera, sino de cara a los recortes que tendrían que hacer y que los analistas venimos mencionando. Pueden ser hasta $30 billones que tienen que recortar.
Así que los mensajes contundentes van a ser muy importantes, creemos, de cara a aminorar esos retos y esos riesgos que se vienen evidenciando en el mercado y que los distintos analistas e inversionistas externos tienen los ojos puestos sobre ello.
ENS: ¿Para esos inversionistas no es preocupante cuando se utiliza la palabra 'default'?
LC: Esa es una palabra que a todos nos pone muy nerviosos. Creo que es importante mencionar que los hacedores de política económica en el país han sido voceros de buenos mensajes de responsabilidad fiscal. Siempre han mencionado el cumplimiento de la regla fiscal, hicieron los recortes necesarios que apuntan hacia ello y siempre han reconocido la importancia de cumplir y hacer honrar las obligaciones de Colombia, que siempre ha tenido un rol y una credibilidad. Así que creo que no está puesta sobre la mesa en este momento una política de ese estilo, pero los mensajes también tienen que traducirse hacia unas cuentas fiscales muy aterrizadas y eso es lo que esperamos se aclare también de cara al presupuesto del 2025.
La economía en 2025
ENS: De cara al 2025, ¿cómo ve la perspectiva del crecimiento?
LC: Vemos una perspectiva desde Bancolombia de una economía que crece 1.8 % en 2024 y repunta hacia el 2.6 % para el año siguiente. Es una perspectiva de una economía que sale de este ciclo bajista, pero que no alcanza a tener todavía el dinamismo que uno esperaría de una economía como la nuestra, que crecería todavía por debajo de su potencial. En el 2024 vimos principalmente tres sectores jalonar la economía. Por una parte el sector agro, que creció 8 %; el sector del entretenimiento, que también creció al orden del 12 %, y el sector público, que venía siendo un soporte de la actividad económica, pero que va a perder fuerza e impulso por cuenta de estos retos fiscales. Pero ha sido un crecimiento moderado y concentrado en unos pocos sectores. Creemos que el 2025 va a ser un poco más favorable.
ENS: ¿Qué sectores cree que van a mejorar el año entrante?
LC: Tenemos perspectivas de crecimiento del orden del 4 % para el sector de la construcción; en menor medida, 2 %, para el sector comercio, y la industria manufacturera todavía tendrá el reto de levantar cabeza en el 2025, y estimamos un crecimiento de tan solo 1 %. Entonces el verdadero reto está en poder tener mayor número de sectores, especialmente del sector privado, aportando en el crecimiento del país, pero vemos que hay unas condiciones macroeconómicas, inflación, tasas de interés y en general perspectivas de mejor comportamiento de la actividad para el siguiente año.
Los intereses y la inflación
ENS: ¿Esta perspectiva que se tiene de menores tasas de interés va a permitir que ya por fin la demanda de consumo aumente?
LC: Eso esperamos, pero hay que tener en cuenta que si bien la inflación viene cayendo por encima tal vez de lo que esperábamos los analistas y es una buena noticia, las tasas de interés en esta nueva actualización de proyecciones se mantendrán más elevadas que lo que creíamos anteriormente. El Banco de la República en sus comunicados ha dado mensajes del riesgo fiscal que repercuten sobre una tasa de cambio mayor, como lo hemos visto en la evolución de los últimos meses, y que ello puede tener un efecto de retroalimentación otra vez hacia mayor inflación de parte de los importados.
Además, estamos en la negociación de un salario mínimo que si queda muy por encima de la inflación del 5.2 %, que podría estar terminando este año, pues va a presionar al alza buena parte de los rubros de la canasta familiar que tienden a estar indexados, como por ejemplo arriendo, servicios públicos y otros. Entonces, la dinámica de tasas de interés un poquito más altas por más tiempo, eso sería un lastre de alguna manera para una demanda interna que comienza a recomponerse.