Luego de la decisión del Gobierno francés de aprobar una ley que prohíbe castigos corporales a los niños, la Directora General del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), Juliana Pungiluppi, insistió en la urgente necesidad de generar un consenso para eliminar el castigo físico y humillante, y los tratos crueles y degradantes como prácticas de crianza.
'Debemos acabar con la normalización del castigo físico, porque no modula la conducta de niños y, por el contrario, genera miedo y rompe vínculo de confianza”, señaló la Directora del ICBF.
En este sentido, Juliana Pungiluppi sostuvo que las leyes deben ser de carácter pedagógico y venir acompañadas de una transformación cultural.
Aseguró, también, que la erradicación de la violencia contra la niñez y adolescencia es una prioridad del Gobierno del Presidente Iván Duque.
“En el Plan Nacional de Desarrollo nos propusimos reducir en 43,6 puntos la tasa de violencia contra niñas, niños y adolescentes antes que finalice esta administración en 2022. Lo anterior significa que nuestros esfuerzos deben conducir a reducir de 303,8 a 260,2 los casos de violencia intrafamiliar, interpersonal y sexual por cada 100.000 habitantes entre los 0 y 18 años”, dijo la funcionaria.
Según lo informó la Directora del ICBF, los niños criados con violencia son más propensos a tener problemas de consumo de sustancias psicoactivas, baja autoestima, a ser más violentos e incurrir en comportamientos antisociales.
'Los padres que usan la violencia como método correctivo también usan la violencia psicológica. Los niños no distinguen la violencia que es usada para corregirlos de otro tipo de violencias', sostuvo Pungiluppi.
Agregó que “uno de los objetivos de la Alianza Nacional contra la violencia hacia niñas, niños y adolescentes es que la sociedad rompa el vínculo en el que se ha naturalizado el castigo físico y humillante como forma de corrección de conductas de los menores de edad”.