CON solo once meses de mandato, el presidente colombiano ha perdido 24% de respaldo popular y su aprobación presidencial en el ranquin latinoamericano es muy similar a la del nicaragüense, Daniel Ortega, atornillado en el poder desde 16 años.
Así se aprecia en el informe de la Fundación Directorio Legislativo que, bimestralmente, promedia la aprobación de los 18 presidentes de América Latina y el Caribe con base en las mediciones tomadas en los respectivos países a sus mandatarios y que son como mínimo tres en un lapso de dos meses. En esta entrega no hay datos de Paraguay.
El monitor bimestral ‘Imagen de Poder’ evidencia la caída sostenida que ha tenido la aprobación del presidente Petro, quien tomó posesión el pasado agosto, quién junto a su par argentino, Alberto Fernández, son los dos únicos en la región cuyo desplome ha sido constante. Vale recordar que este último está a punto de cumplir su mandato. (Asumió en enero de 2020).
Petro llegó a la Casa de Nariño con 60% de aprobación, la que casi inmediatamente empezó su caída libre, registrando en el periodo septiembre-octubre, 54% y cerrando el 2022 con cinco puntos menos. En lo corrido de este año, no sólo siguió a la baja, sino que se aceleró: 54% en el primer bimestre, 41% el siguiente y, con corte de mayo-junio se ubicó en 36%, mientras que su desaprobación escaló al 58%.
Con ese guarismo de respaldo ciudadano, el mandatario colombiano se ubica en el mismo nivel del dictador nicaragüense, al que sus gobernados le otorgan 34% de aprobación.
Directorio Legislativo destaca al respecto que “atrapado entre denuncias de corrupción y tensiones con sus aliados, la desaprobación a Gustavo Petro aumentó notablemente en estos últimos dos meses. En su primer año de gobierno, 11 de los 18 ministros iniciales, dejaron sus cargos, el último de ellos, Irene Vélez, de la cartera de Minas y Energía”.
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Agrega que “algunos de estos cambios también tuvieron altos costos en la relación con los aliados y con el Congreso donde naufragaron las reformas electoral, de salud, laboral y previsional (pensional)”.
Petro y sus homólogos de Chile (Gabriel Boric) y Brasil (Luis Inacio Lula) son los tres presidentes pospandemia de la región (todos de izquierda) y solo el último ha mantenido su respaldo popular en ascenso.
Este ranquin de valoración de los presidentes de América Latina y el Caribe lo vuelve a encabezar el salvadoreño Nayib Bukele, con 91% de aprobación a su mandato que está por concluir pero que espera prolongar un período más, el próximo 4 de febrero, luego de que la Corte Constitucional removiera el ‘escollo jurídico’ de su candidatura, considerando que si bien la reelección consecutiva está prohibida por ley, el presidente podría aspirar a ella separándose del poder meses antes, con una licencia.
El alto espaldarazo ciudadano al llamado presidente millennial se basa en su mano dura contra las pandillas, que tiene tras las rejas a más de 70 mil pandilleros, devolviendo la seguridad a este país centroamericano, así como a su nueva ofensiva contra los corruptos.
Con mayoría parlamentaria, Bukele también redujo el Congreso (de 84 a 60) y los municipios (266 a 44), por considerar éstos últimos un excesivo gasto burocrático. La oposición, que como se ve es baja, argumenta que eso sería “una estrategia electoral para reforzar aún más el predominio del oficialismo, en la línea del denominado gerrymandering (manipulación)”, según este informe.
Siguen en esta evaluación bimestral, dos mandatarios centroamericanos: el costarricense Rodrigo Chaves (socialdemócrata) y el dominicano Luis Abidaner (conservador) con 71% y 65%, respectivamente. Ambos están en su tercer año de mandato.
Los izquierdistas Andrés Manuel López Obrador, de México (64% de aprobación) y Luis Inácio Lula da Silva, de Brasil (56%). El primero está de salida y, el segundo, que lleva solo siete meses de gestión, es el único que la ha mantenido en alza: asumió con 49%, al tercer mes sumó un punto y en el reciente corte adicionó otros seis, aunque como reseña este informe de Directorio Legislativo “transita dificultosamente porque con sus reformas económicas y sociales terminó chocando con la distribución de fuerzas en el poder legislativo”.
En cuanto al mexicano, destaca que el amplio respaldo a López Obrador, que está en su quinto y último año de mandato, es un viento de cola a favor de los candidatos de su partido Morena, cuyos favoritos son la exgobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum y el excanciller Marcelo Ebrard (20%).
Con menos del 50%
Con año y medio de mandato en Honduras, la centroizquierdista Xiomara Castro de Zelaya, está en el sexto lugar de esta valoración presidencial (48%) mientras que el conservador Luis Lacalle Pou, con tres años de mandato en Uruguay, tiene un 45% de aprobación.
Lejos de ellos se ubican el colombiano Petro (36%), un punto más que el izquierdista boliviano Luis Arce y el dictador nicaragüense, Daniel Ortega (34%).
Otro presidente pospandemia y también militante de la izquierda, el joven Gabriel Boric de Chile sigue en esta valoración de mandatarios con 32% de respaldo popular, siete puntos menos que cuando asumió y tras tocar un mínimo (28%) al cierre del año. Su desaprobación actual es del 59% porque no logró su gran promesa de campaña: una nueva Constitución. Tras su primer intento fallido, está en nuevo proceso, con una Asamblea Constitucional con mayoría de la centro-derecha.
Dos presidentes centroamericanos salientes y ambos de derecha, el panameño Laurentino Cortizo y el saliente Alejandro Giammattei, siguen en el listado con 24% y 22% de apoyo ciudadano.
Tres puntos porcentuales más abajo se ubican el presidente argentino, Alberto Fernández (izquierda) y el dictador venezolano Nicolás Maduro.
Fernández, quien también alista maletas para dejar la Casa Rosada, inició mandato con 55% de aprobación en enero de hace tres años y logró un pico del 80% en el bimestre siguiente. Pero desde entonces inició una caída libre, arrancado el primero de este año con 25% y perdiendo desde entonces seis puntos. El descontento con este gobierno que ha mutado su bandera de centro-izquierda por el progresismo, está propiciando un repunte de apoyos para la derecha con miras a las elecciones de octubre, donde los favoritos son Patricia Bullrich, exministra de seguridad de Macri y el jefe de gobierno de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta.
La Fundación Directorio Legislativo destaca que en Venezuela la situación es incierta ya que si bien están anunciadas elecciones generales no se ha definido fecha y que las primarias de la oposición pactadas para el 22 de octubre no tienen el apoyo del gobierno, cuyo líder Nicolás Maduro cumple dos mandatos consecutivos y va por otro más.
Cierran este ranquin regional, el presidente derechista de Ecuador, Guillermo Lasso con 18% y quien ante el embate opositor injustificado aplicó la ‘muerte cruzada’ con la que adelantó las elecciones para el 20 de agosto y su par de Perú, Dina Boluarte, convertida en la primera mujer en gobernar el país tras el arresto de su compañero de fórmula, Pedro Castillo, por intentar cerrar el Congreso, obtiene (17%).
El informe de Imagen de Poder no registra datos de Paraguay, donde el derechista Mario Abdó entregará el poder, este 15 de agosto, al joven conservador Santiago Peña.