"Soy un defensor del Acuerdo de Paz, soy defensor de la JEP. Yo sigo creyendo en la importancia de la institución, pero soy crítico frente a algunas cosas que, a mi manera de ver, le están haciendo daño a la propia Justicia Especial para la Paz, y deben corregirse", dijo el exdiputado Sigifredo López, a raíz de una discusión dentro del proceso contra los victimarios del conflicto.

López, sobreviviente de la masacre de los diputados en Valle del Cauca, dijo en Caracol Radio que la discusión fue con la magistrada Julieta Lemaitre, cuando él quería preguntarle a los exmiembros de las Farc sobre cómo secuestraron y asesinaron a sus compañeros. La Procuraduría intervino para señalar que su manera de preguntar no era adecuada porque López tiene la condición de víctima.

"Yo reconozco que la ley permite que usted hable, pero le pido que lo haga con las reglas del macrocaso 01. De lo contrario, prefiero que lo hagan los abogados", aseguró la delegada del Ministerio Público.

La indignación por parte de López fue tal, que pidió retirarse. Esta polémica ha desencadenado diferentes comentarios en la opinión pública, de personas que piensan que fue un acto de censura por parte de la JEP.

Frente a la polémica discusión sobre la objeción a sus preguntas, López aseguró que "no es posible que el método de diálogo sea reducido a una tercerización", es decir, que las víctimas hagan sus preguntas a través de sus abogados.

Este proceso lleva las preguntas ante la magistratura, que posteriormente las envía a la contraparte y preparan sus respuestas. El exdiputado se refirió a este modelo como "una maraña de tercerizaciones en las que la verdad queda oculta, que es la razón de ser de la Justicia".

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La verdad

"A nosotros (las víctimas) no nos queda sino el derecho de conocer la verdad. Para uno como víctima es muy duro sentarse a escuchar mentiras", puntualizó López.

El exdiputado recordó cómo fueron sus días en cautiverio, cuando fue secuestrado junto con sus compañeros por las Farc en el Valle del Cauca. Narró que estuvo cuatro días castigado en un calabozo y que, gracias a ello, se libró de ser asesinado junto a sus colegas. La pregunta que causó la controversia, según lo comentó López, iba formulada hacia el exguerrillero que lo custodiaba en esos momentos, y sobre la memoria que tenía de este suceso. Además, contó que luego de sobrevivir estuvo preso y pasó por una revictimización. López expresó que "ellos (JEP) no me permitieron avanzar, porque reducen el método para conocer la verdad".

Asimismo, el exdiputado anunció que formalizará la petición ante la Procuraduría General de la Nación para la designación de un nuevo servidor público, "que respete y defienda los derechos de las víctimas", ya que considera que la actual funcionaria está "más preocupada por la sensibilidad de los victimarios que por los derechos de las víctimas".

La JEP en algunos casos ha dispuesto de audiencias reservadas, es decir, audiencias privadas con el fin de evitar la revictimización de los afectados por la violencia. Sin embargo, el exdiputado señaló que no es partidario de las audiencias reservadas a menos que las víctimas lo soliciten. "Nuestro sufrimiento todo el mundo lo conoce, queremos que la sociedad colombiana también conozca la verdad", dijo.

Asimismo, señaló que en la audiencia se sintió una mayor preocupación por parte de la Procuradora hacia los comparecientes y sobre lo que podían responder, que hacia las víctimas, que "llevan 20 años esperando". El exdiputado reiteró que "para decir la verdad no se necesita preparación".