Duque en la ONU: ¿Ofensiva final contra Maduro? | El Nuevo Siglo
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Domingo, 22 de Septiembre de 2019
Redacción Nacional

El próximo miércoles el Presidente colombiano hablará ante el pleno de Naciones Unidas. Su principal objetivo: denunciar la complicidad de la dictadura venezolana con las disidencias de las Farc y el Eln ¿Cuál debe ser el tono y la estrategia de Colombia? Responden un excanciller, cuatro exembajadores ante la propia ONU y la Casa Blanca, un exalto funcionario de la Cancillería, un experto internacionalista, un vicedecano de Relaciones Internacionales y un miembro de la Comisión Segunda del Congreso

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La Asamblea General de la ONU se ha convertido en el espacio multilateral en el que los 170 países miembros exponen sus problemáticas y avances año tras año. Esta vez Colombia asiste a la 74º versión del cónclave con un objetivo claro: denunciar a la dictadura venezolana y su complicidad con las disidencias de las Farc y la guerrilla del Eln. El presidente Iván Duque reiterará su petición de que se aplique la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de la ONU, a través de la cual se prohíbe a las naciones patrocinar o albergar grupos terroristas en sus territorios.

Pero antes de esa intervención habrá otra cita clave. Mañana Duque junto al canciller Carlos Holmes Trujillo se reunirá con los ministros de Exteriores de los países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR). Hace dos semanas, en la Organización de Estados Americanos (OEA), Colombia, Estados Unidos y una decena de naciones pidieron activar el pacto con el fin de denunciar la actitud agresiva y militarista de la dictadura chavista.

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¿Qué dirá el Jefe de Estado en esta gira crucial? Adriana Mejía, viceministra de Asuntos Multilaterales de Colombia, indicó que los mensajes más importantes que Duque lleva a los Estados Unidos serán “su compromiso en la lucha contra el cambio climático, en el logro de los objetivos de desarrollo sostenible, que además están absolutamente alineados con uno de los pilares fundamentales de su gobierno, que es la equidad. Y se hará un nuevo llamado a la comunidad internacional para que centre su atención sobre la grave crisis que está afectando a Venezuela e impactando en toda la región”.

Así mismo, el Gobierno colombiano denunciará el agravamiento de la crisis humanitaria que ha llevado a más de 4 millones de venezolanos a huir de su país por culpa de la dictadura. Es más, según lo dijo Holmes Trujillo esta semana, en 2020 la diáspora podría llegar a los 8 millones de venezolanos, de los cuales 2.8 estarían en Colombia.

¿Qué tipo de discurso deberá tener Colombia para ser más efectiva? EL NUEVO SIGLO consultó a un excanciller, exembajadores de Colombia en Estados Unidos y la ONU, un exalto funcionario de la Cancillería, un experto internacionalista, un vicedecano de Relaciones Internacionales y un miembro de la Comisión Segunda del Congreso.

Para el excanciller Fernando Araújo, el Gobierno está haciendo lo que le corresponde, “debe denunciar ante el Consejo de Seguridad de la ONU, con pruebas, la protección que le da el gobierno dictatorial de Nicolás Maduro a los grupos ilegales colombianos y a los narcotraficantes. Ojalá con pruebas recolectadas sobre la presencia de las disidencias de las Farc y el Eln y de las rutas del narcotráfico que utilizan los aeropuertos de Venezuela. Hay que denunciarlos para que sea ese organismo el que haga las investigaciones, se pronuncie, condene a Venezuela y la obligue a cumplir con los tratados internacionales que prohíben la protección de grupos terroristas”.

Frente a si el Gobierno debe insistir en la aplicación de la resolución 1373 el excanciller indicó que sí. “Hay que insistir en la denuncia que presentó el presidente Duque contra Maduro por el apoyo del gobierno de Venezuela al narcotráfico y a los narcotraficantes que operan en ese país. La denuncia ya se hizo ante la Corte Penal Internacional y se debe insistir en ese proceso”, dijo.

De hecho, en la agenda de Duque en Nueva York, figura una reunión con la fiscal de la Corte Penal Internacional, Fatou Bensouda.

frontera

Insistir con cautela

Para el exembajador de Colombia ante las Naciones Unidas y exministro, Fernando Cepeda, “hay resoluciones del Consejo de Seguridad que, de acuerdo con el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, son mandatos obligatorios para todos los países. La resolución 1373 y otras similares contra el terrorismo son muy explícitas en prohibir la protección a grupos terroristas. En el sentido más amplio, que un país dé apoyo a grupos terroristas, eso está prohibido totalmente, y esos países quedan expuestos a sanciones por parte del Consejo de Seguridad”.

Agregó que el Consejo de Seguridad “gobierna la paz y la guerra, y las decisiones que toma son obligatorias, (pero) las que toma la asamblea general no, son recomendaciones. Es por eso que Colombia debe presentar muy bien su caso y ojalá vaya acompañada en eso del Grupo de Lima y algunos países europeos y ojalá de los Estados Unidos. Ese apoyo sería muy importante. El Eln, Epl y las disidencias de las Farc son grupos terroristas. El propio senador Marco Rubio, en el Congreso de los Estados Unidos, planteó que estas organizaciones son terroristas y por esto el gobierno de ese país debe proceder y pedir que el Consejo de Seguridad tome decisiones”.

Para el exembajador (no residente) ante las Naciones Unidas y excomisionado de paz Víctor G. Ricardo, “lo más importante para Colombia en ese caso es la diplomacia internacional ante las entidades multilaterales, porque el caso de Venezuela ya ni siquiera es que haya un Presidente que usurpó el poder, el caso es que allí existen un grupo de militares gobernando, él es el florero. Hay unos países como Rusia y Turquía que tienen intereses de carácter político y de carácter económico, que le compran el petróleo a Venezuela”.

Según el exdiplomático es importante decir que cada país es soberano. “En el caso de la política internacional esa soberanía se debe ejercer en el marco de los tratados internacionales, por lo tanto (Venezuela) no puede ser un territorio donde estén recibiendo personas al margen de la ley, que están cometiendo delitos en Colombia, según declaraciones de varias ONG”.

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Para Ricardo es muy importante “ser prudentes en el sentido de la acción unilateral porque es un país limítrofe con una gran frontera y con personas que están dispuestas a todo. Pero eso no quiere decir que Colombia guarde silencio, sino que ejerza toda la diplomacia ante las entidades multilaterales”.

Para Gabriel Silva Luján, también exembajador de Colombia en Estados Unidos, “la actitud de la política exterior de Colombia ha sido equivocada desde un comienzo porque estuvo alineada con los guerreristas de Washington, como el señor John Bolton (exasesor de Seguridad de los Estados Unidos en el gobierno Trump). Esa equivocación inicial fue el pecado original que estamos pagando hoy en día”.

Según Silva, la Asamblea de Naciones Unidas “es el mejor momento para cambiar de curso y darle un espacio de una manera explícita a la diplomacia y la negociación. De lo contrario, nos quedaremos en retóricas denuncias y posiciones iracundas pero no obtendremos nada distinto que mantener el estatus quo, que es muy peligroso para Colombia”.

El exdiplomático aseguró que la aplicación de la resolución 1373 suena como una buena idea “pero su practicidad es poco viable y es insistir en el camino de tratar de acorralar a Maduro para obtener resultados. Un camino que ni siquiera tiene como compromiso el propio Estados Unidos. Suena muy bonito para la política doméstica pero poco práctico e ineficiente para lograr resultados”.

No es tan efectiva

Un exalto funcionario de la Cancillería colombiana le dijo a EL NUEVO SIGLO que la resolución 1373 establece obligaciones para todos los Estados, pero hay asuntos a tener en cuenta.

“No es que uno solicite que se cumpla la resolución porque de hecho esas obligaciones ya están suscritas y Colombia ha venido insistiendo en la existencia de la misma, pero en el caso específico de Venezuela hay una serie de dificultades de carácter de definición que complican mucho el efecto práctico de esa insistencia”, explicó.

Agregó que “hay unos países que piden claridad en torno a quiénes se refiere ese artículo: si a las disidencias de las Farc o al Eln, pues algunos países identifican a esos grupos como organizaciones terroristas. Lo que yo sugiero es que la insistencia del Gobierno se dé en términos de que en Venezuela se amparan estos grupos de carácter ilegal. No insistiría tanto en que son organizaciones terroristas sino grupos armados de carácter ilegal que participan de distintas economías criminales. No necesito que sean terroristas para reclamar cooperación internacional frente a esos grupos, pero si insisto en que son terroristas voy a entrar en un enredo político e ideológico, que ya intentó el país y que no funcionó en el pasado”.

El exembajador y reconocido internacionalista, Rafael Nieto Navia, advirtió que el discurso de Colombia ante la asamblea de las Naciones Unidas “es un discurso estándar, como el de los 170 países que van y dicen sus problemas. Ese no es el tema. El tema es que se van a reunir los cancilleres (americanos) en la reunión de consulta del TIAR. Eso sí es lo más importante. Ese discurso (de Duque ante la ONU) está siendo preparado hace un mes por lo que no puedo sugerir nada al respecto”.

Según Navia, la resolución es de carácter universal. “Ahora hay muchos países que insisten en que no hay evidencias de que ellos (el régimen venezolano) están apoyando a un grupo terrorista, pero no se ha visto ese efecto. Es necesario que Colombia reitere su posición ante las Naciones Unidas”, acotó.

Por el contrario, Nicolás Liendo, vicedecano de la Escuela de Política y Relaciones Internacionales de la Universidad Sergio Arboleda, asegura que nuestro país “debe seguir avanzando en el cerco diplomático, debe seguir buscando la vía multilateral, seguir denunciando la dictadura y la opresión, y más ahora que hay sospechas de que ese país está amparando organizaciones terroristas. No solo amparándolos sino armándolos y los podría utilizar, eventualmente, en contra del territorio colombiano. Así mismo el gobierno Duque debe plantear la posible responsabilidad de acciones contra Colombia que vienen impulsadas desde el régimen dictatorial, que no solo está amparando sino armando y motivando acciones contra el Gobierno colombiano”.

El Vicedecano indicó que Colombia debe seguir demostrando “que hay un accionar de parte del Estado venezolano y en este caso del régimen de Maduro. La resolución 1373 es una de las salidas, y todas las salidas legales están en la mano de los Estados. Una salida multilateral en el marco de las Naciones Unidas es válida. Hay que tener esta opción para intentar frenar cualquier acción del régimen contra los colombianos”.

Por último, el senador Antonio Sanguino, vicepresidente de la Comisión Segunda de Relaciones Internacionales, pidió que se le bajara el tono a la discusión. “Colombia tiene que acudir a todos los canales diplomáticos para evitar una confrontación bélica binacional. Nuestro país no puede seguir echándole más leña al fuego en un conflicto en donde están involucrados ‘Los Rastrojos’, las disidencias y el mismo Maduro. Es una irresponsabilidad del Gobierno colombiano, que debe bajarle el volumen a la confrontación para que haya una transición pacífica y democrática en Venezuela. Nosotros no somos libertadores de nadie, no somos nadie para decir que vamos a derrocar dictaduras”.

Así mismo, dijo que insistir en la aplicación de la resolución 1373 del Consejo de Seguridad “es echarle más leña al fuego al asunto diplomático. El Presidente está jugando con candela, pareciera que su partido no solo quiere una confrontación interna sino un conflicto binacional que no beneficia a nadie”.

Como se ve, la estrategia de Colombia ante la ONU tiene sus ventajas y desventajas. Se debate entre un ataque frontal a la dictadura para propiciar la caída del régimen, o la insistencia en la ruta diplomática, que hasta el momento no ha dado muchos resultados.