Un cambio al Marco Fiscal de Mediano Plazo que dejó el anterior gobierno, propuso el presidente Gustavo Petro, al señalar que “se deben pasar tres millones de hectáreas de tierra al campesinado”.

En entrevistas a diferentes medios de comunicación, el mandatario señaló que debe modificarse el marco fiscal para conseguir ese cupo de endeudamiento, el cual serviría para intervenir cerca de tres millones de hectáreas de tierra. “O qué prefiere Colombia, no hacer la paz, hundirnos en la guerra o cambiar el marco fiscal para podernos endeudar con los señores dueños de la tierra para pasar tres millones de hectáreas al campesinado”, comentó Petro.

Referente a estas modificaciones en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, un funcionario que estuvo en el Gobierno anterior y que prefirió el anonimato dijo a EL NUEVO SIGLO que “para usar deuda pública y gastar $60 billones en eso, hay que tener mucho cuidado, porque la modificación del marco fiscal puede tener impacto en que se debe transformar la regla fiscal con un aumento de deuda pública y a su vez en el déficit fiscal. Esto puede tener un impacto en los inversionistas y en las calificadoras de riesgo. Por eso hay que tener mucho cuidado, a no ser que tenga una justificación en los valores de la reforma tributaria; de pronto ese puede ser el camino a seguir”.

En efecto, Petro señaló a funcionarios del gobierno Duque como los responsables de “poner minas” para crear ese hueco fiscal que hoy busca cerrar, y puso como referencia los precios de la gasolina y el subsidio a los combustibles que pretende eliminar en su administración.

El déficit

En las mismas declaraciones, el mandatario insistió que debe cambiar el marco fiscal por el alto déficit y sostenimiento: “no creo que fuera el expresidente Duque, pero ciertos funcionarios se dedicaron a poner minas en el siguiente gobierno, minas poderosas como el tema de gasolina; son nada más y nada menos que $30 billones, solo por poner un ejemplo”, puntualizó.

En ese sentido, recalcó que “hay que cumplir el acuerdo de paz” y son “tres millones de hectáreas de tierra fértiles que se deben entregar al campesinado”, que es el primer punto del acuerdo. Así, aseveró que el proceso a seguir es comprar a los dueños para “no entrar en peleas”.

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Se preguntó el Presidente, justificando los cambios: “¿alguien se ha preguntado cuánto valen los tres millones de hectáreas o de dónde las vamos a sacar? Hay que comprarlas para no entrar en peleas con los señores dueños de las tierras, a precio comercial, porque si no van a decir que es una expropiación”.

Asimismo, mencionó que cumplir el acuerdo de paz significa para el país $60 billones y “el marco fiscal los quita, ¿qué hacemos, cumplimos o no cumplimos?”.

De otra parte, y respecto a las calificadoras, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, fue enfático y dijo que ve complicado que el país recobre el grado de inversión por parte de las firmas calificadoras.

Objetivos

En el documento de la ponencia del proyecto de presupuesto, que actualmente se discute en el Congreso, Ocampo admitió ante los congresistas que, si bien uno de sus objetivos esenciales en la cartera de Hacienda será recuperar el grado de inversión por parte de las agencias calificadoras, "este no es un tema fácil".

"Basta recordar la ocasión anterior en que se perdió el grado de inversión. El país tuvo que esperar 11 años para recuperarlo. El ministro expresó su deseo de que no sea tanto en esta ocasión, pero consideró que esto no es un tema de corto plazo", dice el documento de la ponencia.

El ministro también se refirió a los pronósticos de crecimiento económico del próximo año, que será más difícil de lo que se proyectaba inicialmente.

El Ministerio de Hacienda revisó a la baja su proyección económica y ahora espera un crecimiento de 1,8%, desde un objetivo previo de 3,2% del Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2022.

El ministro Ocampo atribuyó las menores expectativas de crecimiento económico al impacto de la alta inflación, el retiro del estímulo monetario, la desaceleración de la economía mundial a y la necesidad de reducir los elevados desbalances en las cuentas fiscales y externas alcanzados por el país.