El dólar sigue presentando incrementos y devaluando de esa manera el peso colombiano. Aunque en las jornadas anteriores no presentó mayores variaciones, ayer alcanzó nuevamente máximos históricos, pero luego aflojó al cierre de la jornada. La divisa estadounidense tuvo un precio de apertura de $4.661, un mínimo de $4.574 y el máximo fue de $4.666. Durante las operaciones cambiarias se negociaron más de US$1.070 millones a través de 1.839 transacciones.
De acuerdo con algunos expertos, este incremento puede estar asociado a la disparada de la inflación del último mes, el IPC de Estados Unidos que superó las expectativas del mercado, la incertidumbre económica local, así como el temor a una recesión global, la guerra de Rusia en Ucrania, entre otros aspectos.
Afectación por factores externos
De acuerdo con la Dirección de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, la fortaleza que experimenta el dólar estadounidense en Colombia y a nivel global obedece principalmente al aumento agresivo de la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) en EE.UU. en su esfuerzo de contener la inflación y a la búsqueda de activos refugio ante los temores de una recesión mundial en los próximos meses.
Al igual que otras monedas de América Latina, el peso colombiano se había apreciado respecto a las monedas desarrolladas durante el primer trimestre del año, en medio del aumento en los precios de los commodities. Sin embargo, esta tendencia se revirtió a partir de junio, cuando empezaron los temores de recesión global, asegura la entidad.
Para el analista de contexto externo y mercado cambiario de Corficolombiana, Diego Alejandro Gómez, la tasa de cambio registró a mediados de julio el que hasta ahora es su máximo histórico, de $4.677, y en las jornadas más recientes se ha mantenido por encima de $4.600. En los últimos cuatro meses la depreciación es cercana al 25 %.
Devaluación del peso
El experto dijo a EL NUEVO SIGLO que “las tasas de cambio bilaterales del peso colombiano frente a monedas de países petroleros, latinoamericanos y desarrollados evidencian una pérdida generalizada del valor relativo de nuestra divisa, en un contexto de fuerte incremento de la prima de riesgo. En el periodo posterior a las elecciones en Colombia, es decir, desde el 22 de junio, el peso se ha depreciado 14 % respecto a las principales divisas de Latinoamérica, 12 % respecto a varias divisas petroleras y 11,5 % respecto a divisas de países desarrollados”.
Además, “la depreciación de la tasa de cambio dólar-peso está siendo más pronunciada en la actual coyuntura que la observada en episodios previos de recesión en EE.UU. Lo anterior estaría reflejando una mayor incertidumbre frente a la política económica doméstica”, agregó Gómez.
De acuerdo con Corficolombiana, el futuro del tipo de cambio en Colombia seguirá dependiendo en gran medida de factores externos, como las perspectivas de inflación y tasas de interés en Estados Unidos y la posible recesión global. A nivel local, la incertidumbre en materia económica, en particular la posibilidad de un marchitamiento temprano de la industria petrolera, está generando mayor incertidumbre al mercado y podría impulsar la tasa de cambio a nuevos máximos históricos (por encima de $4.700) en los próximos meses.
De otro lado Sarah Garcés Anzola, analista de Acciones & Valores, sostuvo a este diario que “un IPC superior a lo esperado por los mercados en Estados Unidos, indica que la política monetaria de la Fed no ha sido del todo efectiva, dado que sus esfuerzos por mantener los precios sobre su meta del 2 % no han mostrado efectos significativos. Con esto se consolidan las expectativas de una subida en sus tasas de 75 puntos básicos en la reunión de noviembre”.
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Desaceleración económica
Con este panorama a la vista, el dato asustó al mercado, dado que la subida de tasas de los bancos centrales, a la que se ha sumado el Banco de la República, aumenta el miedo por una desaceleración económica que lleve a una recesión. Además, la efervescencia geopolítica y la escalada del conflicto entre Rusia y Ucrania aumentan el temor y la incertidumbre.
El sentimiento pesimista en el mercado aumenta la versión al riesgo, lo cual impulsa al inversionista a refugiarse en activos seguros como el dólar y a dirigir menos flujos de capital más riesgosos como lo son los colombianos. Es por esto que vemos un encarecimiento importante del dólar en Colombia, mostrando una amplia volatilidad.
Sostuvo la analista que “hasta que la inflación y el mercado laboral en Estados Unidos no muestren indicios de alguna ralentización, el dólar va a continuar fuerte; sin embargo, a pesar del miedo inicial del mercado, sabemos que existían expectativas de una inflación alta, ya que semanas antes se tomaba como una realidad el aumento de tasas de 75 puntos básicos”.
“No debemos perder de vista que a nivel local la incertidumbre sigue alta en un contexto de inestabilidad política y sin un rumbo claro de las políticas económicas y como consecuencia de esto se podría desincentivar más la inversión y continuar con un debilitamiento de nuestra moneda frente al dólar”, aseguró Garcés.
De otro lado Jorge Restrepo, economista y docente de la Universidad Javeriana, le dijo a este medio que “el último reporte de inflación podría seguir impactando el precio del dólar, pero no es la única razón por la cual ocurrió esta devaluación. Hay que recordar que hoy hay un temor latente de una recesión global, así como incertidumbre sobre la política fiscal, y estas razones tienen que ver con la caída del peso hoy”.
Varios analistas coinciden en que el mundo enfrenta un panorama complejo que ha elevado la aversión al riesgo de los inversionistas y aumentado el apetito por activos refugio como el dólar estadounidense. Así las cosas, el rendimiento de los activos de países emergentes se ha desvalorizado en lo corrido del año, lo que se ha reflejado en la depreciación de las monedas latinoamericanas frente al dólar estadounidense.
Debilitamiento del peso colombiano en 2022
Durante 2022, el peso colombiano se ha debilitado frente algunas monedas europeas, en línea con un primer trimestre en el que se configuró un escenario de altos precios de materias y una recuperación de la demanda global luego de superada la época de estrictos confinamientos por covid-19, en la que el apetito por activos emergentes aumentó.
Al respecto, de acuerdo con un análisis hecho recientemente por Corficolombiana sobre la tasa de cambio, la región europea se ha mostrado particularmente vulnerable al conflicto en Ucrania debido a su cercanía geográfica y a la dependencia de insumos energéticos de Rusia. Sin embargo, desde finales de mayo se observa un debilitamiento del peso colombiano más que proporcional frente a los tres grupos de referencia y desde el 22 de junio se ha profundizado la depreciación. Lo anterior sugiere que factores políticos, los enormes retos de la economía colombiana para ajustar a corto plazo, así como los desbalances estructurales en materia fiscal y externa, continúan acentuando la desvalorización de los activos locales en un contexto externo retador.