Tras su detención en México por una orden de "circular roja" de la Interpol, Rodrigo Granda, conocido como el 'canciller' de las Farc, retornó al país ayer en horas de la madrugada, a petición de sus compañeros Carlos Antonio Lozada y Pastor Alape.
Esto generó una serie de reacciones dentro de la clase política colombiana, donde varias figuras expresaron su rechazo y malestar ante la vuelta del exguerrillero. En diálogo con los medios de comunicación, la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez aseguró que quienes cometieron actos delictivos fuera del país tienen que responder por ellos y no dejar todo a la impunidad.
“Los delitos que se cometieron en otros países y que afectaron a sus nacionales, no tienen la impunidad porque además con la Cancillería tienen un acuerdo; además que los cometidos en Colombia sí quedaron en la impunidad, y por eso no podemos hacer nada distinto; yo creo que él ya está en el país, y es una lección aprendida, porque no creo que todo el mundo les haya perdonado los crímenes”, señaló la funcionaria.
Por su parte, el ministro de defensa, Diego Molano, desmintió una versión de que a Granda le habían reactivado su orden de captura cuando se desplazaba hacia el país norteamericano. “La captura de Granda se produjo por circular roja de Paraguay por secuestro, asociación criminal y homicidio doloso. Ratificamos que Interpol Colombia no está facultada ni tiene acceso para modificar, aclarar o cancelar la información publicada por otros países”, expresó en sus redes sociales.
Mientras, el senador Carlos Felipe Mejía culpó al gobierno mexicano de la deportación de Granda a Colombia. “Por la rápida gestión de López Obrador, narcoterrorista de las Farc, Rodrigo Granda llegó a Colombia y lo reciben complacidos sus camaradas Lozada, Sandra y Alape. Vergüenza”, comentó.
Paraguay pide explicaciones
Posteriormente, el canciller de Paraguay, Euclides Acevedo, confirmó que la justicia de su país mantiene la orden de detención por secuestro y homicidio contra Granda, quien actuó como negociador de paz colombiano, y pedirá a México explicaciones sobre su liberación luego de que la Interpol lo detuviera fugazmente.
"Entiendo que ese acuerdo es una especie de indulto dentro de Colombia, pero nosotros tenemos una orden de captura (en Paraguay) y estamos obligados a darle cumplimiento. Vamos a hacer el máximo esfuerzo para que sea extraditado y juzgado como corresponde", resaltó Acevedo.
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Sin embargo, las autoridades mexicanas confirmaron que "no había registro de alertas migratorias u otros posibles problemas", solo hasta que la Interpol "subió una alerta" para la retención de Granda al mediodía del martes, cuando este volaba hacia la capital mexicana.
El gobierno paraguayo insistió en que no descartan una eventual orden judicial que ordene la extradición de este exintegrante de las Farc hacia su nación, para que responda por sus crímenes.
¿De qué se le acusa a Granda?
El exmiliciano de las Farc está implicado en el secuestro y muerte de la empresaria paraguaya Cecilia Cubas Gusinky, hija del expresidente Raúl Cubas Grau y de la exsenadora Mirta Gusinky.
De acuerdo con las autoridades de Paraguay, la antigua guerrilla estuvo involucrada en el secuestro de Cecilia Cubas Gusinky, el 21 de setiembre de 2004, por miembros del brazo armado del Partido Patria Libre, quienes se autodenominaron Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
La hija del expresidente Cubas Grau y de la exsenadora colorada Mirta Gusinky estuvo en cautiverio hasta el 16 de febrero del 2005, luego de que las autoridades encontraron el cuerpo de la empresaria en una fosa, durante un allanamiento en la ciudad de Ñemby.
El macabro hecho dio la vuelta al mundo, generando repudio nacional, no solo por lo aberrante de las condiciones en que fue hallada la mujer, sino porque se descubrió que detrás del secuestro estaban las manos de las Farc, especialmente, de Rodrigo Granda, quien tenía el alias 'Ricardo Téllez' durante su etapa de insurgente.