Elon Musk comenzó su primer día completo al frente de Twitter, con críticos y fanáticos ansiosos por ver cómo el hombre más rico del planeta manejará una de las principales plataformas de redes sociales del mundo.
"El pájaro es libre", tuiteó Musk en un guiño al icónico logotipo de Twitter, al concluir la compra de la compañía por US$44.000 millones, después de meses de incertidumbre y especulación.
Sin embargo, la idea de que Musk controle Twitter ha alarmado a activistas, que temen un aumento del acoso y la desinformación, y el propio Musk es conocido por trolear a otros usuarios de Twitter.
Los políticos europeos se apresuraron a advertirle a Musk, un magnate estadounidense de origen sudafricano, que el continente tenía regulaciones para las empresas de redes sociales.
"En Europa, el pájaro volará según nuestras reglas", tuiteó Thierry Breton, el comisario de Mercado Interno de la Unión Europea, en respuesta al tuit de Musk.
Musk, quien se ha presentado como un adalid de la libertad de expresión, dijo el jueves que es "importante para el futuro de la civilización tener una plaza pública en línea donde una gran variedad de opiniones puedan debatirse de manera saludable, sin recurrir a la violencia".
Pero advirtió que Twitter no puede convertirse en una plataforma "infernal" donde todos digan cualquier cosa sin consecuencias.
Antes Musk había prometido relajar las restricciones de contenido y se esperaba que allanara la vía para el regreso del expresidente de Estados Unidos Donald Trump, bloqueado por la posibilidad de que provocara más violencia como la del 6 de enero de 2021, cuando sus partidarios tomaron el Capitolio en Washington con miras a anular su derrota electoral.
El exmandatario republicano celebró que ahora Musk controle Twitter, pero no aclaró si prevé volver a la red del pajarito azul.
"Estoy muy feliz de que Twitter ahora esté en buenas manos y ya no será dirigido por lunáticos y maníacos de la izquierda radical que realmente odian a nuestro país", dijo Trump en su plataforma Truth Social.
Usuarios de extrema derecha de Twitter también se alegraron por la compra en la red, con comentarios como "las máscaras no funcionan".
La duda
Entre las primeras medidas de Musk en el poder estuvo el despido del director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, y otros altos funcionarios, según informaron The Washington Post y la cadena CNBC.
Pero la empresa no respondió a la solicitud de comentarios de AFP y Agrawal todavía figuraba como director ejecutivo en su perfil de Twitter.
Agrawal había ido a los tribunales para obligar a Musk a cumplir los términos del acuerdo de compra y la adquisición se produjo justo antes de la fecha límite impuesta por el juez. Musk tenía hasta este viernes para concluir la compra, de lo contrario se habría celebrado un juicio en noviembre.
Musk, que echó mano a su propio dinero, a fondos de inversionistas y a préstamos bancarios para hacerse con Twitter, admitió que está pagando de más por una empresa que regularmente registra pérdidas asombrosas.
Twitter dice tener 238 millones de usuarios activos, muy poco comparado con los 2.000 millones de Facebook, pero no ha podido monetizar el contenido de la misma manera que sus rivales.
Sin embargo, Twitter tiene una gran influencia en el debate público porque es la plataforma favorita de muchas empresas, políticos, periodistas y otras figuras públicas.
Musk ya es el jefe de la compañía de automóviles eléctricos Tesla y de la empresa de fabricación de cohetes y servicios de transporte espacial SpaceX, y no está claro cuál podría ser su papel en Twitter, aunque informes no confirmados sugirieron que podría convertirse en director ejecutivo interino.
El cierre de la compra de Twitter termina con un largo tira y afloja entre el multimillonario y la red social.
Musk intentó varias veces dar marcha atrás en el negocio después de que se aceptara su oferta no solicitada en abril, acusando a Twitter de engañarlo sobre la cantidad de cuentas "bot", que son cuentas alimentadas por inteligencia artificial y no por usuarios reales.
Twitter desestimó sus afirmaciones y lo acusó de inventar excusas, y finalmente presentó una demanda para obligarlo a cumplir el acuerdo. Con un juicio a la vista, el multimillonario reactivó su plan de adquisición.
Algunos empleados que preferirían no trabajar para Musk ya se fueron de la empresa, dijo un trabajador que pidió permanecer en el anonimato.
"Pero una parte de la gente, incluyéndome a mí, está dispuesta a darle el beneficio de la duda por ahora", aseguró.
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Público reducido
Twitter es muy popular entre políticos, periodistas y celebridades. Pero la red social del logo del pájaro azul atrae a un público más reducido que otros competidores, entre ellos Facebook.
Al final del segundo trimestre, Twitter tenía casi 238 millones de usuarios diarios activos en su plataforma. Si se le suma Instagram, WhatsApp y Messenger, la casa matriz Meta se acerca a los 3.000 millones de usuarios diarios.
Twitter también es superado por las plataformas Pinterest (445 millones de usuarios mensuales) y Snapchat (363 millones de usuarios diarios).
TikTok, que pertenece al grupo chino ByteDance, no cotiza en bolsa y no comunica su número de usuarios. Sin embargo, en septiembre de 2021, la aplicación de videos cortos declaró haber superado la barrera de los 1.000 millones de usuarios en todo el mundo.
Barack Obama es la personalidad más seguida de Twitter. El expresidente estadounidense tiene 133,5 millones de suscriptores.
Le sigue el cantante canadiense Justin Bieber y sus 113,8 millones de seguidores, mientras que Elon Musk, jefe de Tesla, SpaceX y ahora propietario de Twitter, completa el podio con 110,6 millones.
La cantante estadounidense Katy Perry es la mujer más seguida en la red, con 108,9 millones de suscriptores.
Donald Trump, que contaba con casi 89 millones de seguidores, fue expulsado de la plataforma poco después del asalto al Capitolio, sede del Congreso estadounidense, el 6 de enero de 2021.
El exinquilino de la Casa Blanca había sido acusado de incitar a sus partidarios a la violencia. Sin embargo, Musk dio a entender que su cuenta podría ser reactivada.
Desde el punto de vista financiero, Twitter tampoco juega en la misma liga que sus principales rivales.
Emprendedor imprevisible
Elon Musk, nacido en Sudáfrica, ciudadano estadounidense y canadiense, el hombre más rico del planeta, se ha convertido en figura central del neocapitalismo estadounidense con sus ambiciones extraplanetarias y sus ideales políticos, que comparte con unos 110 millones de seguidores en Twitter.
Con 51 años, este emprendedor es la cabeza de Tesla, el primer constructor en serie de vehículos eléctricos en el mundo, y también de SpaceX, su empresa espacial que ayudará a la NASA a enviar astronautas a la Luna, de aquí a 2025.
Forbes estima su fortuna en unos US$221.000 millones, que ha acumulado principalmente gracias a Tesla y le ha servido para financiar diversas aventuras personales como Neuralink, un emprendimiento que ambiciona conectar directamente el cerebro humano a un ordenador, así como The Boring Company, que busca revolucionar los transportes urbanos por medio de túneles.
Sea cual sea el sector, Musk menciona en primer lugar su deseo de salvar a la humanidad, el medioambiente o la democracia. Interrogado sobre sus razones para comprar Twitter, el magnate mencionó el "riesgo para la civilización" si los usuarios perdían confianza en la plataforma.
Megalómano y adicto al trabajo, Elon Musk forja, a golpe de tuits, el perfil de un hombre preocupado por su imagen de jefe rebelde, amante de los enfrentamientos verbales y las provocaciones, y políticamente incorrecto.
Una línea imprevisible que gusta cada vez más a algunos republicanos. "Su estilo libertario tiene un poco de derecha radical", estima Roger Kay, de Endpoint Technologies Associates./AFP