Estados Unidos registró un espectacular repunte en el tercer trimestre con un crecimiento récord del PIB de 33,1% en proyección anual, pero estos datos oficiales están lejos de marcar el final de la crisis.
Las cifras del Departamento de Comercio, que ofrecen una valoración del crecimiento del país a tasa anual -una medida que supone el resultado en un año si el crecimiento es proyectado sobre 12 meses-, se conocen apenas cinco días antes de las elecciones presidenciales del 3 de noviembre.
El coronavirus ha dejado más de 227.000 muertos y millones de desempleados en Estados Unidos.
Después de que la crisis inducida por la pandemia arrasara la actividad en el segundo trimestre, con una caída del PIB de 31,4%, la economía comienza a recuperarse.
Las cifras traslucen como la actividad y el consumo - que es el motor de la economía - estuvieron apuntalados en este periodo por el paquete de estímulo de casi 3 billones de dólares aprobado por el Congreso.
Pero desde entonces estas ayudas se extinguieron y demócratas y republicanos han fracasado en lograr un nuevo paquete de alivio a empresas y trabajadores, y hay magras expectativas sobre un acuerdo al final de la legislatura.
La consultora MBA indicó en una nota que espera que el ritmo del crecimiento se desacelere en el cuarto trimestre y a principios del próximo año, pero estima que la expansión continuará, siempre que la actual alza de los casos de covid no implique nuevos confinamientos.
Para el analista Gregory Daco, de la consultora Oxford Economics, el sólido desepeño del PIB "da una falsa impresión sobre el verdadero estado de la economía" y tampoco permite vaticinar lo que pasará en el cuarto trimestre.
La palpable incertidumbre tumbó los indicadores de Wall Street que el miércoles cerraron con pérdidas de más de 3%, y también lastró los intercambios del petróleo, una materia prima muy sensible a las expectivas de actividad y consumo.
Aunque la medición utilizada para este indicador proyecta los resultados de un trimestre en 12 meses, si se compara solo este periodo con el mismo de 2019, el PIB registró una contracción de 2,9%.
La forma de medir el crecimiento en Estados Unidos complica su comparación con otros países.
Este jueves, el Departamento de Trabajo publicó las cifras sobre los nuevos pedidos de ayuda por desempleo, que cayeron por segunda semana consecutiva a 751.000 solicitudes, por debajo de las expectativas de los analistas.
Aunque las solicitudes de ayuda por despido bajaron del máximo de 6,8 millones que registraron en marzo, siguen un nivel superior a lo registado en el peor periodo de la gran recesión de 2007-2009.