Las 45 manzanas del cuidado atenderían al 61% de la población en 14 años | El Nuevo Siglo
Cortesía Secretaría de la Mujer
Domingo, 7 de Noviembre de 2021
Redacción Nacional

El Plan de Ordenamiento Territorial plantea la organización de Bogotá a partir de tres estructuras, una de ellas la estructura funcional y del cuidado para reivindicar las cargas sociales que, de manera desproporcional, han recaído sobre los cuidadores.

En estos momentos, en la ciudad hay 1.200.000 personas que se dedican principalmente a las labores de cuidado no remuneradas, con un promedio de trabajo de 10 horas diarias.

Esa es la población que buscará atender el sistema de cuidado que ya cuenta con siete manzanas del cuidado y que en su conjunto han realizado 43 mil atenciones (conscientes de que hay un subregistro). ¿Cómo se traduce este sistema en el POT? La secretaria de la Mujer, Diana Rodríguez Franco, responde.

EL NUEVO SIGLO: El POT plantea el ordenamiento de la ciudad para los próximos 12 años en tres estructuras, una de ellas la del cuidado. ¿Qué es exactamente lo que propone el Plan de Ordenamiento?

DIANA RODRÍGUEZ FRANCO: La apuesta que está haciendo Bogotá es que el cuidado debe ser un eje orientador de la planeación de la ciudad y que si planeamos en torno al cuidado y a las necesidades que se derivan del mismo, vamos a lograr saldar una deuda social, ambiental y en movilidad. Esto va a la esencia misma de la sociedad porque no hay ninguna que sobreviva sin los servicios y los trabajos.

Todas las sociedades necesitan cuidar a los niños, a los adultos mayores y a las personas con discapacidad, y lo que hace este Plan de Ordenamiento Territorial es reconocer que el cuidado es la base que soporta a cualquier sociedad y planea en torno al cuidado. Ese será el eje rector para tomar decisiones de dónde va la infraestructura y en dónde se brindarán los servicios.

ENS: ¿Y la planeación del territorio a partir del cuidado cómo se aterriza?

DRF: Eso en el POT se aterriza a través de las manzanas del cuidado. Así es como una persona en una UPL va a sentir que el cuidado es ordenador del territorio. Planeamos tener un total de 45 para finales del 2035, incluidas las siete que ya están funcionando. Las manzanas del cuidado son unos espacios físicos, delimitados, agrupados en un par de cuadras, en donde se concentran los servicios del cuidado.


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Estas manzanas se rigen por, primero, un criterio de articulación de los distintos servicios para las diferentes demandas de cuidado, para las personas que cuidan, pero también para la ciudadanía en general. Y, segundo, también se rigen con un criterio de proximidad, de servicios próximos entre ellos.

ENS: ¿Qué tanta relación tienen las manzanas del cuidado con la meta trazada en el POT de que Bogotá sea una ciudad de los 30 minutos?  

DRF: Las manzanas son un instrumento, una herramienta y una vía para lograr esa ciudad de los 30 minutos y una de las formas para materializar esa intención. ¿Por qué? Porque las manzanas del cuidado tienen una entidad ancla que es la que más servicios agrupa. Pero qué pasa: al agrupar servicios estamos evitando que la misma persona tenga que hacer varios desplazamientos, sea para la guardería, el colegio o ir a recoger un certificado para que un adulto mayor reciba atención médica. Esa es la estancia que está detrás de una manzana: que todos los servicios queden cerca.

ENS: En materia de ordenamiento, ¿cuáles son las promesas grandes alrededor de las manzanas del cuidado?

DRF: Te diría que son tres. La primera de ellas es la de saldar la deuda social poniendo más servicios, articulados y con horarios flexibles. Nosotros esperamos que en 14 años las 45 manzanas al 61% de la población, de toda la población bogotana. No solamente a la población cuidadora.

La segunda es que las manzanas ayudan a saldar la deuda ambiental, en la medida en la que evita que una persona se mueva de un lado al otro. No lo soluciona del todo pero sí contribuye.

Y la tercera es la de movilidad y por eso hay manzanas que estarán ancladas en las principales estaciones del Metro. De hecho, nuestra primera manzana, la de Ciudad Bolívar, se hizo con el ancla del Transmicable.

Manzanas en el territorio

ENS: Cuando uno mira el mapa de cuidado uno ve que las 45 manzanas estarán en toda la ciudad, aunque hasta ahora la gran mayoría están localizadas en el sur. ¿Cómo priorizarán la consolidación de las manzanas?

DRF: El cuidado lo necesitamos todos. Lo que pasa es que hay algunas condiciones socioeconómicas que agudizan las cargas de cuidado a falta de recursos para tercerizar ese cuidado. Como no podemos abrir las 45 al tiempo, la Secretaría diseñó un Índice de priorización que define la ubicación y en qué orden se materializarán las manzanas a partir de cuatro variables:

La primera de ellas es la que evalúa las necesidades de cuidado, que mide el porcentaje de niños menores de cinco años, de personas mayores de 65, es decir que mide las necesidades de las personas cuidadoras y las demandas de cuidado. El segundo componente mide en dónde hay más personas que cuidan, es decir en dónde hay mayor presencia de personas cuidadoras.

La tercera es una variable que mide la pobreza porque, si bien hay gente que necesita cuidado, hay personas que tienen más cargas y lo necesitan más. Y la cuarta son los presupuestos participativos, porque reconocemos que hay localidades que han decidido que sus recursos vayan al cuidado y eso lo tiene que honrar la ciudad. Otras no lo ven tan necesario o tienen suficiente oferta y no lo necesitan.

ENS: ¿Ese Índice de priorización quedó contemplado en el POT para que futuras administraciones mantengan los mismos criterios?

DRF: Sí las incluye pero el POT va más lejos e incorpora otras variables además del índice con el que nos hemos regido estos dos años. Una que evalúa las zonas de la ciudad en donde más déficit de equipamientos hay. Y un segundo que vuelca la mirada hacia los proyectos estratégicos de la ciudad como Largos de Torca y Reverdecer del Sur.

ENS: Este POT parte de un principio rector: Bogotá no crece más sobre suelo rural o urbano. ¿Estas manzanas cómo se conjugan con eso?

DRF: A ese respecto hay una aclaración que es clave: las manzanas del cuidado no implican crear más y más infraestructura. Lo que implican en potencializar la infraestructura existente o planeada. No es que el Metro está en un punto entonces se va a construir una manzana a 500 metros, no; es que la manzana va a ir anclada a la estación. No es que vayamos a crear un centro hospitalario, sino que con todos los sectores como por ejemplo el de salud, nos sentamos a mirar en dónde tenía sentido anclar las manzanas. Así que ese ejercicio de ubicación de las 45 tiene un proceso de trabajo de articulación con todos los sectores.

Debate en el Concejo

ENS: ¿Qué es lo que más preguntaron los concejales en los últimos días de estudio del POT?

DRF: La pregunta de los recursos, de cuánto costará. Tal vez por error nuestro al decir 45 manzanas la gente tiende a pensar que serán 45 infraestructuras nuevas y construidas de cero. Pero no. La intención es optimizar en los equipamientos existentes y futuros. Te pongo un ejemplo: hemos sostenido reuniones sobre el cable aéreo de San Cristóbal, para desde ya pensar qué necesitan para anclar una manzana a ese cable.

ENS: ¿Cuánto se ha invertido con las siete manzanas que ya hay?

DRF: Hasta ahora todas han sido optimizadas y adecuadas. No han sido grandes obras de infraestructura y ahí sí hay una coherencia de construir sobre lo construido. Exactamente cuánto se ha ido en esas adecuaciones, no lo sé porque tampoco ha sido tanto y los servicios se están financiando con los recursos pensados en el Plan de Desarrollo. ¿Qué nos va a ahorrar costos? Que desde ya las estamos planteando como manzanas.