El Presidente, Iván Duque exhortó este jueves a la Rama Judicial a trabajar para mejorar la formación de los jueces, en preservar la pulcritud ética de sus decisiones, hacer pedagogía con la función disciplinaria para elevar la calidad de la justicia y reclutar los mejores talentos.

En la instalación del Primer Encuentro de la Comisión Nacional de Disciplina Judicial, el órgano que ejerce la función jurisdiccional disciplinaria sobre los funcionarios y empleados de la Rama Judicial, el Jefe de Estado manifestó que “la más importante reforma a la justicia que se puede hacer en nuestra sociedad es, de manera constante, de manera expansiva, de manera, también, vertiginosa, buscar siempre a los mejores para que entren a la Rama”.

En el acto, instó a la Comisión Nacional de Disciplina Judicial a que lidere –junto con el concurso de las Altas Cortes– “una verdadera política de reclutamiento de talento para ir a las facultades, identificar a esos mejores estudiantes, con mejores calificaciones y mejores estructuras éticas, para darles esta opción, inclusive, haciendo un esfuerzo presupuestal”.

También expresó la necesidad de llevar a las facultades de Derecho el debate sobre los deberes ciudadanos, clave en la formación de los futuros abogados del país.

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“Se ha enseñado a tener una sociedad donde se reclaman de toda suerte y de todas las maneras los derechos. Pero resulta que derechos sin deberes son un riesgo que solamente trae el caos”, añadió el Mandatario.

Igualmente, reiteró su gratitud con los miembros de la Rama Judicial por su trabajo para seguir respondiéndoles a los ciudadanos, aún en momentos como los vividos en la pandemia por el covid-19, apelando a recursos como la virtualidad.

“Hemos buscado siempre, desde el Gobierno, una colaboración armónica con todo el sistema judicial. Y lo hemos hecho respetando la separación, pero también entendiendo que todos trabajamos para un propósito común que se llama Colombia”, dijo.

También expresó la necesidad de ejercer una función disciplinaria “ejemplarizante, oportuna y veloz en la Rama Judicial como una garantía para fortalecerla, blindarla en su función de impartir justicia velando por el orden constitucional y “el espíritu integral” de su Artículo Segundo, que ampara la defensa de la vida, honra y bienes de los ciudadanos.

En ese sentido, recalcó: “Suele decirse que los fallos de los jueces no se controvierten, pero qué importante es que, en una democracia, sí se debatan las fallas, porque las fallas, son justamente las que nos tienen que motivar, en el optimismo, a hacer las cosas de una mejor manera”.