El 27 de octubre de 2022, Elon Musk anunció la compra de Twitter por US$44.000 millones. "El pájaro es libre", tuiteó, en alusión al logo de la red.
"Twitter está ahora en buenas manos", le felicitó el expresidente estadounidense Donald Trump, prohibido en la plataforma tras el asalto al Capitolio a principios de 2021. Varias asociaciones, en cambio, temen que su llegada diera rienda suelta a la desinformación y a los discursos de odio.
Por su parte, la Unión Europea (UE) advirtió inmediatamente que Twitter tendría que respetar su nueva reglamentación sobre el sector digital, que obliga a las grandes plataformas a regular sus contenidos.
Al día siguiente de la adquisición, General Motors deja temporalmente de pagar anuncios en Twitter, convirtiéndose en el primer gran anunciante en poner en cuestión su presencia en la red, cuyos ingresos provienen en un 90 % de la publicidad.
Le siguieron otras empresas, como los gigantes estadounidenses General Mills (Cheerios y Häagen-Dazs) y Mondelez International (galletas Oreo).
Entre tanto, el 1 de noviembre, Musk anunció el lanzamiento de un sistema de suscripción de ocho euros mensuales para los usuarios que quisieran verificar su cuenta y estar menos expuestos a la publicidad.
Hasta ahora, la verificación de la cuenta y la famosa marca azul que lo demuestra eran gratuitas y solo era accesible para algunos perfiles, como gobiernos, empresas, prensa, personalidades políticas, culturales o deportivas, etc.
Ola de despidos
Pero las polémicas seguían: el día 4 del mismo mes, la red social inició una serie de despidos, que alcanza a alrededor del 50 % de sus 7.500 empleados en el mundo, una medida necesaria porque "la empresa pierde más de cuatro millones de dólares al día", según Musk.
De otra parte, el 10 de noviembre, el regulador estadounidense sobre la competencia (FTC) emitió un aviso en el que advirtió que los últimos avances de Twitter suscitan "mucha preocupación".
El organismo recordó que Twitter puede ser castigado con grandes multas en caso de infringir las reglas sobre la seguridad y la confidencialidad de los datos.
Ultimátum a los trabajadores
El 16, el magnate planteó un ultimátum a sus empleados: trabajar "duro, sin condiciones" o salir por la puerta. Según varios medios estadounidenses, cientos de trabajadores deciden irse de la empresa.
Tres días después, tras un sondeo entre los usuarios, Musk decide levantar la suspensión de la cuenta de Trump. También anuncia la reapertura masiva de cuentas prohibidas, siempre que no hayan infringido la ley, y el fin de la lucha contra la desinformación sobre el covid.
Luego, el 2 de diciembre, Twitter suspende la cuenta del rapero estadounidense Kanye West por "incitación a la violencia".
El 15 de diciembre, la plataforma suspende las cuentas de varios periodistas que cubren la red social y a su nuevo dueño. La UE amenaza con imponer "sanciones", así que dos días después, varias de estas cuentas son restablecidas.
- Le puede interesar: Gobierno autoriza $20 billones en créditos para pequeños agricultores
¿Se retirará Musk?
Días después, en un sondeo lanzado por el propio Musk, 57,5 % de los participantes votan para que el magnate deje la dirección de la red. El pasado 20 de diciembre Musk anunció que se retirará "tan pronto encuentre a alguien tan tonto" para que le suceda.
Vale mencionar que Musk ha usado este tipo de encuestas de Twitter para tomar otras decisiones sobre la plataforma, incluyendo el restablecimiento de la cuenta del expresidente estadounidense Donald Trump y de otros usuarios suspendidos.
Varios analistas han señalado que el precio de la acción de Tesla, su compañía de autos eléctricos, se ha desplomado en un tercio desde que Musk adquirió Twitter, y algunos sugieren que la Junta Directiva de Tesla estaba presionándolo para renunciar a su cargo en la red social.
"Es un buen paso en la dirección correcta para terminar con esta dolorosa pesadilla para los inversores de Tesla", dijo el martes Dan Ives, analista de Wedbush.
Finalmente, en conversaciones con usuarios tras publicar su más reciente encuesta, Musk reafirmó sus advertencias de que la plataforma podría enfrentarse a la quiebra.