Llegó la hora de la verdad para la ciudad de Bogotá, en este mes se supone que la apresurada alcaldesa buscará a toda costa abrir la licitación del Corredor Verde.
Lo anterior, apreciados conciudadanos, significa que la mega intervención a la Carrera Séptima quedará definida y, una vez surta su proceso licitatorio, será contratada y la obra que costará 3 billones de pesos y durará mínimo hasta 2026 iniciará ocasionando el impacto urbanístico, de movilidad e infraestructura más grande que ha visto la capital en los últimos años.
Esto, sin lugar a dudas, es preocupante y genera infinidad de preguntas entre los más de 3 millones de personas que viven o utilizan esta emblemática vía a diario.
La alcaldesa, como de costumbre, gastó infinidades del erario socializando en televisión un proyecto que pareciera que a ella misma le cuesta entender y hasta justificar. Aún no logra explicar sin contradecir lo que muestran los renders con lo que definen los planos técnicos de la obra (que escasamente le han mostrado al público), y hasta se enreda con lo que ella misma afirma que el proyecto comprenderá y hará posible.
Con respecto a lo último, el mejor ejemplo, son los supuestos buses eléctricos que en palabras de la Secretaría de Movilidad no llegarán hasta que se venza el contrato de los buses que hoy operan en la vía y, aun así, se mezclarán con los buses diésel y a gas que suben de la troncal de la 68 a la altura de la 100.
Además, la señora López afirma que las carreras 11 y la 13, junto con la circunvalar, lograrán recibir el tráfico que ella busca eliminar de la Séptima. Claro que lo recepcionarán, pero esto resultará en el colapso total de estas tres vías y la eliminación de lo verde que existe por la 11. Ya que es la única que piensa intervenir, dejando las otras igual a como están hoy: ¡hechas un desastre y congestionadas!
Cabe también mencionar que, el cierre vehicular desde la 94 hacia el sur, dejará sin accesos claros a los residentes y comercios sobre la Séptima. La alcaldesa habla de unos carriles especiales, si se quiere, para que la gente tenga ingreso, pero estos serán muy angostos e imprácticos, ríase, ni hoy logran controlar a los mal parqueados o regular que los descargues de mercancía sean de noche/madrugada, ¿qué hará que esto sea diferente?
Y bueno, para rematar, no hay una política clara que vaya a evitar que el comercio informal se tome todo el espacio peatonal como sucedió en el centro devaluando la zona por el caos, la inseguridad y el desorden.
Vendrán a inventarse cuanto cuento chino para decir que no será así, que ellos pueden, pero la gestión de esta nefasta alcaldía demuestra ineptitud al momento de hacer las obras y tolerancia al desorden en el espacio público.
Ñapa: Derroche de recursos de López vía ETB, varias irregularidades en los contratos y mucho silencio por parte del Concejo y las autoridades.