ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Febrero de 2012

La tragedia argentina

El mundo que se interesa por la actividad ferroviaria se ha visto conmovido por el accidente que un convoy férreo sufrió en Buenos Aires, específicamente en el barrio Once, un conglomerado populoso y popular muy conocido porque allí se ha instalado una comunidad judía muy importante de la Argentina.
Las informaciones que se tienen así como la película que se ha visto demuestran que éste ha sido un accidente que se puede llamar absurdo. Un tren de pasajeros que se aproximaba a la estación por alguna razón desconocida se estrelló contra de uno de los muros que señala el sitio hasta donde debe llegar el convoy cuando entra a la estación en frente al cual debe detenerse. El efecto de “rebote” si así puede llamarse los de la inercia de cientos de toneladas, destruyó los vagones que venían con los pasajeros que se aproximaban a su destino a iniciar sus actividades diarias. Inútil repetir las desgracias que sucedieron pero que generan interrogantes sobre la actividad ferroviaria que los expertos deberán absolver.
Este tema es pertinente ahora que en nuestro país se está hablando de un aire de respiro y renacimiento para los prácticamente extinguidos ferrocarriles colombianos. La topografía de la Argentina la ha hecho apta para el desarrollo de este medio de transporte, pues cuenta con una extensión territorial bastante más extensa que la de Colombia, pero con la circunstancia de que es plana y se ve un poco alterada en sus límites con los Andes tanto en el lado de Chile como en el de Bolivia y Paraguay. De ahí que tiene una extensa red de ferrocarriles anchos de trocha que han contribuido en forma eficaz al desarrollo de ese país.
A propósito de esta especificación, entre nosotros se viene discutiendo sobre cuál debe ser la más apropiada para Colombia. Es claro y parece que no admite discusión que la trocha estándar, 1,435 mts. que es la mayoría en el mundo, ha demostrado ser apropiada para el tránsito de equipo de tracción así como rodante de alta capacidad, de mayor peso por eje, así como la velocidad por la cual se puede circular permite un transporte más eficiente y rápido.
Desde el punto de vista técnico y de diseño, los accidentes topográficos, montañas y cauces pueden ser superados. Las montañas con movimientos de tierra que permita bajas pendientes y curvatura amplia y horadándolas con túneles; los cauces con puentes. A eso es a lo que los técnicos que se ocupan en este tema deben aplicarse para tomar la decisión que más le convenga al país.
Como los ferroviarios solemos ser monotemáticos, la tragedia argentina que lamentamos por la cual enviamos nuestras expresiones de condolencia a los colegas del sur, por una asociación de ideas me ha llevado a mencionar a los nuestros.