La otra cara de la moneda
Ya nos hemos referido al boom de las exportaciones colombianas, ahora nos proponemos mostrar la otra cara de la moneda. En efecto, el boom exportador tiene su contrapartida en el boom importador, las importaciones de todo género siguen desbordadas, así como también en la repatriación de capitales. Las compras de bienes en el exterior rondarían los US$ 52.000 millones en 2011. Además, como lo señala el profesor Eduardo Sarmiento, “en el presente año el déficit en cuenta corriente ascenderá a US$ 12.000 millones (5% del PIB), que constituye el desbalance más grande del mundo, superior al de Estados Unidos”.
Hay que dejar en claro que dichos tratados impulsan las ventas y también las compras; es más, según el estudio realizado por el B de la R en 2007, a propósito del TLC con EE.UU., las importaciones crecerán en mayor proporción (12%) que las exportaciones (6.4%), afectando negativamente la balanza comercial de Colombia.
El resultado de este estudio lo corrobora otro de la Comisión de Comercio Internacional, según el cual “gracias al TLC las exportaciones estadounidenses a Colombia podrían aumentar en un 10%, cerca de US$ 1.100 millones y las importaciones en unos US$ 487 millones”.
Así las cosas, hay que recibir los resultados que muestran las estadísticas con beneficio de inventario y tener en claro que la dinámica de las exportaciones está determinada por variables exógenas, que están fuera del control de las autoridades colombianas. En su Informe del 2012, el Banco Mundial advierte que, “contrario a lo que se pensaba, los países emergentes están actualmente en una posición más vulnerable que en la crisis de 2008. Ahora tienen que buscar cómo crecer sin los desarrollados y en un escenario con una economía global más débil, con menos disponibilidad de capital, oportunidades comerciales reducidas y menos posibilidad de financiamiento para las actividades públicas y privadas”. Según el organismo la menor demanda en los países desarrollados e incluso en China afectarán las exportaciones.
Además, como lo sostiene el director de Portafolio, Ricardo Ávila, “Lo que sale por concepto de dividendos a cuenta de las empresas extranjeras que operan en el país, es superior a lo que entra”. Como quien dice lo comido sale por lo servido.