El gobierno nacional vendió su visita a EE.UU. y las relaciones bilaterales con los gringos cómo un éxito. Realmente lo fue, pero ya que estamos tan orgullosos de esa amistad, valdría la pena aprender un poco de la actitud de Joe Biden frente a la prensa.
Este fin de semana, como todos los años, en Washington fue la cena de corresponsales en la Casa Blanca. Un evento que se viene realizando desde 1924 y que reúne al círculo de periodistas que cubren la información del presidente, en una cena formal con el mandatario. Es un homenaje a la labor de la prensa como pilar fundamental de la democracia y la libertad de expresión.
Los momentos claves de esta cita anual siempre son el discurso del presidente y el de un humorista invitado. Este año, las palabras de Joe Biden durante poco más de veinte minutos fueron un ejemplo en defensa a la prensa libre y aceptación con humor a la crítica que ésta hace de él. Solo hay que revisar los medios de comunicación en Estados Unidos para darse cuenta lo duro que se habla en contra de Biden. A pocos presidentes se les ha criticado tan fuertemente desde ambos lados del espectro ideológico. En buena hora no por eso Biden considera a los medios de comunicación un enemigo; todo lo contrario, en su discurso del sábado recordó como el mensaje que le quería dar al mundo es que la prensa independiente era el pilar más importante de una sociedad libre y no el enemigo.
Contrario al ejemplo dado por el mandatario norteamericano, en donde se acepta y respeta la existencia incluso de un canal de cable como Fox News, abiertamente partidista y con prácticas periodísticas cuestionables, en Colombia y quizá en la América Latina “progresista” se ve a la prensa como el enemigo al que hay que atacar.
El presidente Gustavo Petro argumenta constantemente que en el continente, cuando ha habido gobiernos progresistas, la prensa perteneciente a grandes conglomerados económicos siempre los ha intentado atacar. Es por eso que lo vemos entrar en confrontación directa con periodistas a través de las redes sociales, dando aire a la cancelación de los mismos por parte de las hordas fanáticas que le siguen.
No es que en Estados Unidos no haya críticas hacia los periodistas y medios de comunicación, de hecho, con bastante humor en su discurso del sábado Biden se burló del New York Times, CNN y Fox News, mencionándoles de forma elegante su opinión frente al contenido que publican, pero nunca entrando en confrontación y siempre resaltando la importancia de su existencia.
Gustavo Petro podría seguir el ejemplo y aprender de Biden. Entender que por más crítica -incluso sesgada- que reciba por parte de los medios, debería entenderse ésta como un elemento clave de cualquier democracia. Comprender que hace parte esencial del ejercicio sano de este sistema político en el que vivimos y no una confrontación entre dos poderes, en donde uno de los dos debe salir triunfante.
Como dice la cita de Jefferson que mencionó Biden: “Si tuviese que elegir entre tener un país con gobierno, pero sin prensa y otro sin gobierno, pero con prensa, no dudaría en elegir el segundo.”