Cómo duele mi Valle
NUEVAMENTE el Valle del Cauca es centro de las miradas del mundillo de la política y no precisamente por algo que enorgullezca. La sanción al gobernador Héctor Fabio Useche estaba cantada y uno pensaría que quienes votaron por él en las pasadas elecciones de octubre conocían los serios cuestionamientos que lo rondaban y por ende las posibilidades de que terminara destituido. Fue ampliamente reportado, objeto de álgidos debates y hasta surgió en Cali (la mitad del caudal electoral del Valle) un “movimiento subterráneo” que tristemente promovía entre los inconformes e indecisos el voto por el liberal Jorge Homero Giraldo por ser supuestamente el menos peor de los tres candidatos. Algo raro sucedió, porque Useche, para el placer de los Juan Carlos (Abadía y Martínez) fue elegido.
Evidentemente en el Valle -como en muchos otros departamentos- eso del voto a conciencia es todavía un nebuloso anhelo, como lo es erradicar las prácticas políticas non sanctas que se nos enquistaron. Infortunadamente este estilo de personajes lo que continúa haciendo, además, es ahondando las diferencias sociales, raciales y culturales de los habitantes de la región y se han montado en ese caballito de batalla sin importarles el daño que hacen a una sociedad feudal que de antaño ya trae sus problemas en ese sentido. Basta ver la rueda de prensa del gobernador Useche el lunes (http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=rCwaGJGoV6U) para evidenciar el serio perjuicio y lo difícil que será la reparación.
Sin embargo, frente a la incertidumbre que se vive y las alternativas que se barajan, es importante tener en cuenta algo dicho en ese bochornoso acto, porque a futuro será fundamental rebatirlo. Useche afirma que lo que él vive es una persecución política de las altas esferas del poder económico y social de la región quienes buscan “imponer el linaje”.
Es claro que en liderazgo, los políticos, empresarios e industriales vallecaucanos perdieron el año y ese es uno de los grandes retos: buscar y crear líderes. No obstante, el problema es ya y su solución es urgente. Sea que terminemos en elecciones atípicas con una terna del partido MIO, o que el Presidente designe un reemplazo, se debe buscar una figura con experiencia y proyección, que no polarice, sin mayores ataduras al notablato de la región y que sea claro que su único interés es el de sacar adelante el Departamento y no dejarlo en la ruina. Los nombres que se barajan hasta el momento están lejos de eso, así que el reto es grande y esperamos que se asuma responsablemente.
@CarlinaToledoP