El martes venció el término que las autoridades de policía se dieron para concientizar la ciudadanía de la importancia que tiene el nuevo Código de Policía y convivencia en la sociedad, más la trascendencia de conocer su filosofía y objetivos finales. De manera que de ahora en adelante se harán efectivas todo tipo de sanciones contempladas en el mencionado nuevo Código, esperando las autoridades y ciudadanía de bien, que toda la pedagogía desplegada en los seis meses pasados haya conseguido el cometido de dar a conocer esta norma tan importante para la convivencia ciudadana.
Comenta el mando policial que este tiempo dedicado a la socialización del Código arrojó resultados positivos en cuanto a las estadísticas sobre diferentes frentes, lo que hace presumir que si en épocas de educación, información e indicación, las cosas funcionaron al alcanzarse altos grados de compresión, acompañados de ambientes magnánimos de cara a la aplicación de la normatividad contemplada para los diferentes tipos de conductas, en adelante los resultados saltarán a la vista, mostrando padrones alentadores en la lucha por lograr el compromiso ciudadano, en la observancia de buenas costumbres y combate a la delincuencia.
Son muchas las estrategias empleadas por la policía a lo largo de su existencia, buscando un tejido social que comprometa al vecino con el policía, en una relación pacifica, armónica y de mutuo respeto, para cerrar el paso al delincuente y lograr una convivencia amplia con tolerancia colaboración y comprometimiento.
Conocemos de primera a mano que el reto de las autoridades, especialmente de la Policía nacional es muy grande y genera alto grado de responsabilidad, porque la ciudadanía estará expectante en la forma y modo empleado por sus unidades en la aplicación de cada norma. Por ello la institución dedicó su esfuerzo a capacitar el grueso de efectivos en el conocimiento, aplicación, filosofía y doctrina del mandato, haciendo entender que no se trata de sancionar o aplicar un correctivo, sino de generar conciencia en el ciudadano sobre la obligación que lo acompaña frente a las normas, que deben acatar cumplir y respetar a cada paso. Seguramente veremos agentes del orden solamente reconviniendo al infractor, cuando de su análisis y convencimiento se desprendan situaciones espinosas de encarar, donde el buen criterio reinará, para sacar adelante momentos de ignorancia, desprevención o descuido.
Ser policía no es tarea fácil y aplicar la ley demanda sensatez y cordura, acompañadas de protocolos intangibles, unos, y contemplados en las normas, los otros, pero igual los dos necesarios de habilidad, comprensión y oportunidad, elementos que hacen grande la profesión y ayudan en la resolución de conflictos ciudadanos. Terminamos recordando a las administraciones municipales su deber de proveer, funcionarios, locaciones y medios para el cumplimiento de la misión