La Internet, también conocida como "la red de redes", ha sido el fenómeno sociológico más determinante en el dramático cambio de nuestras relaciones sociales. Afecta directamente a más de tres mil millones de internautas. Sin embargo, a pesar de sus inmensos beneficios de instantaneidad e intemporalidad, sin distancias y sin espacios, en todas nuestras actividades, se suma la irresponsabilidad como esas redes son manipuladas, especialmente las llamadas "redes sociales", como son Google, Facebook, Twitter, WhatsApp, LinkedIn, etc. A esto se añade el uso criminal de la formidable herramienta conocida como "Web 2.0", que está permitiendo a sus usuarios publicar toda clase de textos, fotos o videos, de manera expedita y sencilla, creando todo un universo de oportunidades para no solo informar sino desinformar a millones de internautas.
En la semana que termina, por ejemplo, una gigantesca operación en 18 países, incluyendo a Colombia, contra la pornografía infantil, puso en evidencia que el sesenta por ciento de las denuncias tópicas son por abuso de la niñez. Paralelamente, un demente colombiano fue localizado en Bolivia incitando al asesinato del Presidente Santos y de dirigentes políticos. "¿Por qué no poner unos cinco francotiradores en varias ciudades y empezar una temporada de caza?", escribió. Absolutamente demoniaco. En los Estados Unidos, un hombre difundió un asesinato por Facebook y terminó suicidando ante el acoso policial. Y miles de casos similares, virales a través del mundo entero...
Es evidente que las redes sociales no sólo se están convirtiendo en antisociales, sino que se está saliendo de madre y nadie, absolutamente nadie, sabe cómo controlarlas y volverlas a su cauce...
Esto sin contar con la llamada "red obscura" que ataca por la puerta trasera del sistema y en donde los "hackers" hacen su agosto. Es un verdadero paraíso para el terrorismo cibernético, donde proliferan asociaciones criminales en cadenas focalizadas en negocios de droga, armas, prostitución y una amplia gama de perversiones. Un verdadero "Cartucho Cibernético".
Sin embargo, no todo es negativo. Las potencias del G7 han acordado una declaración conjunta de cómo debería ser el comportamiento de los Estados en el ciberespacio, frente a esas nuevas tecnologías o Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, TIC. Una respuesta directa a los ataques masivos en contra de la denegación de los servicios (denial-of-service attacks) y a las interferencias informáticas que están muchos procesos políticos. El G7 alerta así sobre el evidente peligro que está corriendo los principios de libre circulación, emisión y expresión. Enfatiza también sobre la necesidad de un compromiso solidario de asistencia y acción mutua para neutralizar el uso malicioso de las TIC. La ONU debería actuar a escala planetaria.
Adenda
Los extremos se tocan. El ruso Putin liderando la guerra sucia cibernética y el gringo Trump feriando el contenido personal de las redes.