Se acaba de estrenar en las salas de cine “Estimados Señores”, la película que relata la lucha de las sufragistas colombianas para lograr la aprobación de los derechos civiles de la mujer durante la Asamblea Nacional Constituyente (Anac); sin duda, uno de los momentos más importantes de la historia colombiana.
El 25 de agosto de 1954 finalmente se aprobó en plena Constituyente que las mujeres, o sea un poco más de la mitad de la población del país, adquiriera el derecho a votar, elegir y ser electas, en igualdad de condiciones con el hombre.
Fueron cientos las que lideraros por años el movimiento sufragista colombiano. Fueron miles las que contribuyeron con su voz y sus demandas hasta lograrlo, como yo lo relato en mi libro La revolución de las sufragistas, (Universidad EAN, abril 2024). Cómo dice Noemi Sanín en el prólogo del libro: “No se ha dado en la historia de la humanidad una lucha ni una revolución más importante y menos violenta que la que consiguió la igualdad jurídica de la mujer en sus derechos políticos”.
Vemos en la importante película dirigida, brillantemente, por Patricia Castañeda, el desarrollo de los días anteriores a este gran evento en la Anac. Vemos la ardua lucha de las cinco mujeres determinantes para lograrlo; las cuatro constituyentes: Esmeralda Arboleda, Josefina Valencia, Teresa Santamaria y María Currea, además de mi madre Bertha Hernández de Ospina, presidenta de La Organización Nacional Femenina, quien no pudo ser constituyente pues mi padre, Mariano Ospina Pérez, era presidente de la Anac.
En esta película mamá es representada por Bárbara Perea, una artista negra, con una personalidad arrolladora, tal como era Doña Bertha. Algo muy interesante porque no se trata del color de la piel sino del carácter, el temperamento, la fuerza, del personaje. Además, queda claro que el derecho obtenido fue para las mujeres de todas las razas, igualdad por la que mi madre lucho enconadamente siempre.
El mismo día que se inauguró la película se registró también “El día contra la violencia contra las mujeres”, contra el maltrato, acoso sexual, violación, femicidio, ocurrido en la familia, la sociedad, el país. Crímenes, desgraciadamente en aumento en Colombia. Así lo denuncian las cifras de instituciones dedicadas a la protección de la mujer, desde niña hasta anciana.
Esta tragedia prueba cuanto nos falta aún por recorrer, aunque el avance de la mujer colombiana ha sido inmenso. Hoy hemos llegado a ser la mayoría en muchas carreras determinantes, como el derecho, cuando antes ni siquiera se nos permitía acceder al bachillerato, ni mucho menos a las universidades. Hoy ocupamos un nutrido porcentaje en Senado y Cámara de Representantes, gobernaciones y alcaldías, compañías e instituciones, medios y artes, pero aún, en muchos casos, no obtenemos la misma remuneración que los hombres.
Recomiendo ver Estimados Señores y verla en compañía de familiares y amigos. Nadie en Colombia debe continuar ignorando el tema de las sufragistas, insignes luchadoras. Ellas obtuvieron para todas las colombianas el derecho a ser tratada ante la ley, la sociedad y el mundo como iguales al hombre. Derecho que se nos había negado por siglos en los cuales fuimos tratadas como niñas, poco más que esclavas, dependientes de los hombres.
Deseo a este filme el mismo éxito y mucho más que el obtenido por mi libro.