De Bolívar a Gauguin
A raíz de la designación del general Rangel como Ministro de Defensa de Venezuela son muchas las conjeturas que se hacen alrededor de las maquinaciones del coronel Hugo Chávez y su excéntrica política internacional, no obstante, no pocos piensan que esa excentricidad también es predicable del presidente Santos. ¿Que traman los dos?
Los jugadores de ajedrez no suelen divulgar sus estrategias, pues con razón el dicho popular de que soldado advertido no muere en guerra es una de las reglas básicas de precaución en el manejo de conflictos.
Esa actitud extraña del coronel Chávez es parte de su estilo; el hacer cosas aparentemente inconsecuentes. Precisamente, una de ellas, la exhumación de los restos mortales del Libertador para indagar acerca de la causa de su muerte, debió ser oportunidad para resolver uno de los secretos que rodean la vida del Padre de la Patria: sus vínculos de sangre con Flora Tristán Moscoso Lasnay, de quien se dice que fue hija suya, y a su turno abuela ella de Paul Gauguin. Si la tumba del general Bolívar se profana para satisfacer excentricidades pues que de una vez por todas y contando con los avances de la ciencia se despeje esa incógnita.
Se sabe de fuente cierta que durante su primer viaje a España, Bolívar compartió con gentes cercanas a la Corona, entre ellas con Godoy y Mello, favoritos, se dice, de la reina Maria Luisa; en esas andanzas conoció Simón al coronel peruano Mariano Tristán y Moscoso, marido de doña Anne-Pierre Laisnay, mujer esta muy joven con quien, al parecer, Bolívar tuvo unos devaneos que dieron como resultado un embarazo y luego el nacimiento de una niña, Flora Tristán y Moscoso, quien se hace famosa por su lucha por la reivindicación de los derechos de las mujeres y la causa de la libertad y la democracia. Su grito “Proletarios del mundo, uníos”, hace carrera e historia.
Casada Flora con Andre Chazal, tiene tres hijos, uno de ellos es Aline, madre del pintor Eugène Henri Paul Gauguin (París, 7 de junio de 1848- Islas Marquesas 1903). Apelar al ADN, revelaría esa incógnita que ha girado en torno de la leyenda y la historia del Genio de América, confirmaría, además, si las ideas se heredan, pues no cabe duda de que el temperamento y las ideas que Flora Tristán desarrolla en sus escritos, especialmente en “La emancipación de la mujer” coinciden con la genética política del Libertador. Las huellas de su vida deben seguirse para comprender el destino de su pueblo y de las razones de su lucha, una lucha que aún tiene causas sin resolver. Muchas de sus propuestas se diluyeron en las rencillas de pequeños hombres que se contentaron con ganar batallas personales. Quizás sea esa la frustración que se anida en el corazón del Coronel y en el de muchos de los hijos de esa revolución de independencia cuyo ADN esta aún sin descifrar.