Curso de víctima
REAPARECIÓ el excomisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, pero no para responder ante la Justicia en el proceso que se le sigue por la falsa desmovilización del Frente Cacica La Gaitana, sino para declararse perseguido político y llenarse de razones para adquirir un asilo en alguna nación, que aún no encuentra justificación para suministrárselo.
Está el exalto Comisionado adelantando un curso acelerado de víctima para eludir la Justicia colombiana, que con toda transparencia lo mantiene vinculado a la referida investigación. La decisión de la juez que levantó la orden de captura es clara muestra de que tiene todas las garantías, a pesar de haberse escabullido sigilosamente para burlar a la funcionaria que le concedió ese privilegio.
Como lo reconoce en carta al ministro de Justicia, Juan Carlos Esguerra, es un hombre libre para moverse por toda Colombia y el exterior. Ello es cierto y esa es la garantía para que venga a responder por las acusaciones en su contra. Dice que no hay requerimientos judiciales que lo llamen. Ello no es cierto, porque la misma juez reafirmó que sigue vinculado a la investigación por falsa desmovilización.
La carta está llena de argumentos para avanzar en su curso de víctima, al punto que se declara “cabeza visible de la oposición uribista a la posibilidad de una reelección del presidente Santos”, al que acusa de asediarlo y presentarlo como un criminal.
El excomisionado debería dar ejemplo a las actuales y nuevas generaciones del respeto que todos debemos prodigarle a la Justicia. La ley es dura, pero es la ley.
Nadie puede en Colombia decir que hay una Justicia sesgada u orientada contra alguien. El nuevo fiscal Eduardo Montealegre, posesionado ayer ante el presidente Santos, ha dicho en todo momento que se aplicará la presunción de inocencia a todos nuestros ciudadanos, incluido el excomisionado, desde luego. ¿Qué más garantías necesita para acudir al llamado de la Justicia? Ya son dos claras muestras de ello: el levantamiento de la orden de aseguramiento a pesar de haber huido y la presunción de inocencia que reitera el nuevo Fiscal. Lo otro es buscar el grado acelerado de víctima.
Blanco. Los rudos golpes a las Farc, que dejan sin argumentos al uribismo para desacreditar la seguridad en el actual Gobierno.
Negro. La falta de apoyo al colombiano José Antonio Ocampo para presidir el Banco Mundial.