GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILBERT V. | El Nuevo Siglo
Miércoles, 14 de Diciembre de 2011

 

Fundación La Enseñanza

 

Permítanme hacerles una presentación de la Fundación La Enseñanza para luego contarles los problemas y el enredo que vive esta institución. La Enseñanza ve luz en el año 1959 como iniciativa de un grupo femenino de la capital, que anheló brindar educación a niños de escasos recursos, obteniendo su personería jurídica bajo el nombre Costurero La Enseñanza y modificándolo por Fundación La Enseñanza en 1961. Luego de muchas luchas, en el 2004 con Resolución 2215 se le concede la licencia de funcionamiento como establecimiento de educación formal de naturaleza privada, en los niveles de preescolar, transición y básico ciclo primaria grados de primero a quinto.

Sobra decir que se trata de un establecimiento sin ánimo de lucro, que apoya e involucra en su desarrollo a padres de familia y la comunidad, poniendo especial interés en expandir su cobertura hasta los grados 11 de básica secundaria, sin mencionar otros programas eminentemente sociales. Se soporta con donaciones de diferentes sectores como empresas privadas, embajadas, sociedades de amigos, otras fundaciones y universidades con grupos de apoyos voluntarios, eventos culturales, lúdicos y aun comerciales, manejando un mercado de pulgas, además de estrategias como el eficiente Plan Padrinos. Hoy La Enseñanza hace parte de la modalidad Colegios en Convenio, que permite a la Secretaría de Educación direccionarle aportes económicos anuales, de acuerdo con cierto número de alumnos que asigna la Secretaría logrando en tiempos pasados tener 200 cupos. Infortunadamente la Alcaldía ha empezado a desmontar este apoyo.

¡Aquí los problemas! En diciembre del 2011 llegó la Resolución 3699 del 24 de noviembre donde se comunica sin mayores preámbulos ni consideraciones, que el auxilio para el 2012 queda suspendido, claro que anuncian la reubicación de los alumnos; pero no es digno ni respetuoso tomar una determinación de este calibre sin previa ambientación, pues obliga a desmontar una serie de proyectos que conllevan responsabilidades ante profesores y demás alianzas puntualizadas con anterioridad, dejando sin alternativas laborales a grupos de docentes, a lo mejor la época para tomar estas determinaciones no fue la más indicada; el caos se habría evitado avisando con suficiente antelación para ubicar estudiantes en otros colegios, e informar a los educadores dándoles tiempo de explorar posibilidades profesionales. Asociado a lo anterior y cuando la Junta Directiva había tomado la determinación de cerrar el colegio, notificando a los padres de familia, el viernes 9 de diciembre llegó la Resolución 3882 revocando el documento 3699. ¡Gran sorpresa! ¿Qué hacer? Pues la Fundación sin el colegio continúa, pero su fin está enmarañado; es bueno explicar que el subsidio de la Secretaría no cubre el total de alumnos, pero sí es un alivio económico. Ojalá el alcalde Petro tenga en cuenta este tipo de obras que apoyan la educación en el Distrito.