GENERAL (R.) LUIS ERNESTO GILIBERT VARGAS | El Nuevo Siglo
Miércoles, 25 de Enero de 2012

Sigue el estoicismo policial

Definitivamente la lucha persiste y nuestra fuerza pública continúa  enfrentando los ataques de  armados ilegales, en esta oportunidad el turno fue para la Policía Nacional que debió resistir un asalto de grandes proporciones por parte  de la columna móvil Jacobo Arenas y el frente 8 de las Farc a la subestación de policía, ubicada en el cerro Santana jurisdicción municipal del El Tambo (Cauca).  La arremetida como queda dicho se inició el día viernes 20 de enero a partir de las 16:00 horas, con fuertes ametrallamientos  y disparos esporádicos de fusil, todo apoyado en armas no convencionales representadas por cilindros y otros artefactos bélicos; los medios informativos  dieron cuenta del hecho  y Colombia se conmovió ante tamaño riesgo corrido por los representantes del orden, pero estos héroes no fueron inferiores a su compromiso y enfrentaron con profesionalismo y valor todo el aparato guerrero  atacante.
Las unidades destacadas en el lugar conocían la amenaza, pues los antisociales venían intentando el ataque de tiempo atrás, tanto que el día primero del año 2012 la columna estuvo hostigando las instalaciones mediante disparos y lanzamientos esporádicos de cilindros, los que fueron repelidos por la orientación y mando del intendente Guido Holguín Cometa,  comandante de la unidad, obligando una retirada enemiga; pero las cosas no pararon ahí; siendo las 21:50 del día 16 se presentó nuevamente la intentona de toma venida de la mencionada columna, resultando en esta ocasión lesionado un miembro de la institución, ante lo cual nuestros hombres nuevamente  supieron  dar cara, evitando la ocupación de las instalaciones como era la  intención subversiva. El lugar hace parte del plan energético vial, conteniendo un radar de la Aeronáutica Civil, algunas repetidoras de la Policía y una antena repetidora de la red de apoyo empresarial sustentando  los planes sobre seguridad adelantados por la institución.
En esta oportunidad no obtente el plan defensivo cerrado y preciso, los antisociales logran ir  más lejos de  las anteriores incursiones logrando acabar con la vida del comandante, intendente Guido Holguín Cometa, herir al auxiliar regular, Camilo Narváez Marulanda, y secuestrar el centinela de turno, auxiliar regular Harrison Estiven Giraldo Negrete, hoy liberado. Vuelve el martirio a la familia policía, se repite la historia una y otra vez, de nuevo veremos al señor director Óscar Naranjo dando  condolencias a la familia, mostrando fortaleza ante la institución y lamentando en su interior la pérdida de otro héroe. Porque así como los directores condecoramos las hazañas del personal, lloramos en la intimidad la muerte de nuestros hombres. Si Colombia supiera lo duro que es dar cara  a la  familia de los policías muertos,  sufriría con nosotros como hoy sufren los mandos policiales. La pregunta es ¿qué sigue? Porque la  violencia continúa y Colombia sueña con la paz.