Estando en la recta final de las elecciones presidenciales colombianas, podemos apreciar que la candidatura de Germán Vargas Lleras está tomando la delantera en la carrera por la primera magistratura. Esta circunstancia no es gratuita, Vargas Lleras ha hecho una buena campaña, que ha puesto evidencia su vasta experiencia y sus conocimientos y ha proyectado la imagen de un estadista serio y responsable, si bien algo cascarrabias y un poco soberbio.
No es, en absoluto, un político acartonado. Su vida pública no ha sido fácil, habiendo sido víctima de varios atentados y no pocas zancadillas. Estudioso de los grandes problemas nacionales, su programa de gobierno lo está divulgando en una serie de estudios (25) que abarcan la gran temática nacional y que son un testimonio de la seriedad que él siempre ha puesto en el servicio público. Prueba de su capacidad gerencial y administrativa han sido sus exitosas campañas de vivienda popular, que han dispensado cerca de medio millón de casas, para los más bajos estratos.
Fundador del partido Cambio Radical, si bien lanzó su candidatura en solitario y fuera de esa colectividad, hoy puede reclamar como suya la gran victoria de este movimiento en las dos cámaras legislativas. Victoria precisamente que lo coloca en un lugar privilegiado en el partidor hacia la Casa de Nariño. Sin embargo todavía no puede cantar victoria y tendrá que buscar alianzas que le garanticen la victoria final. Hay dos posibles aliados naturales: los conservadores y los miembros de la U. Hasta hoy los primeros no han decidido respaldarlo institucionalmente; los segundos si están inclinados por el brindarle el apoyo. En lo personal creemos que nuestros copartidarios cometerían un grave error de cálculo electoral si no lo acompañan. Pero no sería de extrañar. Sería un eslabón más en una larga cadena de errores.
Pero volvamos a las cuestiones programáticas. Este jueves el candidato se reunió con expertos y especialistas del sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones para presentarles sus propuestas. Comenzó diciéndoles que, con el fin de consolidar el sector de las TIC como un eje vertebral para poder desarrollar la economía digital, su primer propósito será proveer conectividad de alta calidad para todos los colombianos. Lo logrará aumentando las conexiones de banda ancha a cincuenta millones y haciendo de su administración un gobierno digital más ágil, transparente, abierto y participativo. Su nuevo paradigma: un cambio profundo del gobierno electrónico al gobierno digital.
Otro pilar será promover la educación digital con énfasis en la innovación y el emprendimiento y al efecto establecerá y promoverá un mínimo de veinte mil becas para estudios TIC y carreras afines. Con la colaboración del sector privado diseñará e impulsará un Plan Nacional para el Desarrollo de la Economía Digital, que permitirá transformar los modelos de negocios de nuestras empresas, a partir del uso estratégico y masivo de las TIC.