JOSÉ MANUEL RESTREPO ABONDANO | El Nuevo Siglo
Jueves, 26 de Enero de 2012

 

De la Calle Real a la Calle “Picha”

 

Es sorprendente el nivel de deterioro no sólo de la movilidad, sino de las vías mismas de Bogotá. De hecho para muchos una razón clave de la ausencia de movilidad es el abandono de las vías a pasos gigantes que hemos sufrido en los últimos años. Y no nos referimos a calles secundarias, sino a avenidas y autopistas que con la lluvia, el uso y abuso y la ausencia de mantenimiento parecen ya vías secundarias, y estás últimas trochas.

Para no ir muy lejos basta recorrer la Autopista Norte o la calle 26: tráfico imposible, huecos por doquier o mal rellenados, desorden, demora en las obras, ausencia de señalización, y caos total. Hago el ejercicio desde hace cinco años de medir la velocidad promedio de mi paso diario por la Autopista Norte y la reducción es fácilmente de 40% en los últimos tres años.

Lo simpático del asunto es que cuando el tráfico se agita por dicha vía, aparece un aviso que dice “Autopista en obra, favor usar vías alternas”. No quiero ni imaginarme tratar de llegar a la Autopista Boyacá por la 170 para usarla como vía alterna, porque es muy posible que termine absorbido por una de las varias troneras que tiene esta vía “principal”, en donde ya es costumbre que particulares desempleados hagan el reparcheo mal hecho y con peaje privado incluido.

La otra alternativa es peor aún. Me refiero a la Carrera 7, mal conocida, porque no lo es, como “Autopista” Central del Norte. Esta curiosa Autopista arroja un promedio de velocidad inferior a 15 km. por hora y año tras año está cada vez más destruida. El exceso de buses y busetas que la circulan (los mismos que eliminó Transmilenio de otras vías), el serio problema medioambiental que tiene por el exceso de emisiones, la pésima costumbre de poner semáforos en donde se pueda para “solucionar el problema de movilidad”, y el deterioro por huecos, están convirtiendo a esta histórica vía en una ruta colapsada. Para no ir tan lejos recorra la Séptima por la calle 200 y descubrirá cómo una vía principal se vuelve destapada.

No hace muchos años, esta que parece una Calle “Picha” era la famosa Calle Real de Bogotá. Esta ha sido siempre la vía más importante de la ciudad por razones históricas, culturales, sociales y económicas. Tanto que tiene otro nombre pomposísimo, Avenida Alberto Lleras Camargo.

Tan importante que era la entrada principal a Bogotá y se iniciaba con un “Arco del Triunfo” a la manera de París. Por esta avenida se han desarrollado ceremonias religiosas, políticas, civiles, expresiones culturales, y en síntesis se han suscitado eventos inolvidables en la historia de Bogotá y de Colombia.

Me pregunto yo si será posible recuperar este escenario en la vida del país, porque lo que está quedando es triste legado de lo que alguna vez llegó a ser.

¡Alcalde, salve usted la vía!

jrestrep@gmail .com