Despertó curiosidad la marcha del Centro Democrático por la honestidad pública, el sicario de Pablo Escobar, alias Popeye, herido en su pudor ético adhirió a ella. Así como el senador de ese mismo grupo, primo hermano del celebre mafioso. O el apoyo del senador Bustamante, ex M-19, quien hoy se opone, horrorizado, a que los guerrilleros de las Farc puedan hacer política.
La marcha nutrida en varias ciudades, tuvo preocupantes omisiones. No se vieron las pancartas de los más grandes beneficiarios del gobierno de Uribe Vélez. Brillaron por su ausencia las de los Nule premiados en su día con setenta contratos. Tampoco se manifestó el grupo Odinsa de William Vélez, ni Conalvías de Andrés Jaramillo, ni el grupo brasileño Odebrecht, ni el grupo Solarte, quienes se ganaban las licitaciones en Bogotá o adicionaban los contratos o los sustituían directamente como en la troncal de la 26 y el túnel de aguas servidas a Canoas, Soacha…
Ya lo ha denunciado el ex alcalde Petro, discutible administrador pero excelente analista:
“Fue gracias a Uribe que Conalvías, los Nule y Odinsa, crecieron como grandes contratistas manejando billones de pesos del presupuesto… fueron los que se quedaron con la mayor adjudicación de obra pública del gobierno de Uribe: la Ruta del Sol, por once billones de pesos.
Después de la reunión de los hijos del entonces presidente Uribe, con el gerente de Odebrecht y los Nule en Panamá, donde los hijos del también presidente Martinelli amigo de Uribe, recibían sobornos de Odebrecht, los Nule fueron reemplazados por Odebrecht en la construcción de la ruta del Sol.
Mientras Odebrecht se reunía con los hijos del presidente Uribe Vélez en Panamá, el mismo presidente les entregaba las licitaciones; el aeropuerto concesionado de Bogotá a William Vélez igual que parte de la ruta del Sol, mientras Andrés Jaramillo se convertía en el mayor contratista del país con el aplauso de la prensa, Germán Vargas Lleras hacía su campaña presidencial en el avión de los Nule y los socios de estos: los Rios Velilla que lo financiaban.”
La marcha sumo la múltiple oposición al gobierno con su confusión de matices.
Por supuesto también gente honesta se manifestó. Pero son un poco permisivos con sus compañeros de marcha. Es el problema del sesgo ideológico, que siempre mira de perfil y, como es tuerto, sufre del sentido de la profundidad o al menos, del olfato.
Pero ¿Quién violó la Constitución y allanó el artículo de la reelección?