Esta columna la dirijo a todos aquellos que están pensando en comenzar el 2022 realizando un acto de bondad. Quiero felicitarlos, pues esa es una gran manera de comenzar un año, es algo que les dará una gran satisfacción, más cuando les cuente de que se trata la Asociación Hogares Luz y Vida. Valga la verdad que esta Asociación requiere de la ayuda, grande o pequeña, de todos los que se conmuevan con su amorosa e importante obra.
El Hogar centra su labor, como dicen ellos mismos: “en la atención a niños, niñas y jóvenes de condiciones especiales. Contamos con un grupo de 400 niños con diversidad de patologías en nuestros diferentes programas; entre ellas: déficit visual, auditivo, parálisis cerebral, retardo mental, malformaciones físicas entre otros, y de manera interna, 230 niños, de estos últimos la mayoría son niños abandonados y solo cuentan con el Hogar para velar por todas sus necesidades y derechos”.
Visité la obra por la bondad de un amigo que me llevó a conocerla en el barrio Buenos Aires, al sur de Bogotá, asegurándome que era una obra que me deslumbraría, tenía razón.
A la entrada del lugar se encuentra una pequeña capilla con el Santísimo expuesto y, sobre su entrada, un enorme letrero que dice Gerencia. En ese momento pensé ‘aquí suceden cosas grandes’, lo que confirmé cuando conocí a la hermana Valeriana García Martí, su fundadora y directora desde 1990, cuando abrió el primer hogar con solo cuatro pequeños con problemas visuales.
Hoy, 32 años después, miles de niños, en su mayoría abandonados por sus familias, con toda clase de discapacidades, algunas extremas, han sido cobijados bajo la protección y el amor de este hogar. Aquí también se da acogida a niños cuya única tragedia es el abandono, aquí a nadie se le niega un espacio. No en vano la hermana Valeriana, española, andaluza de nacimiento, sabe de hogares grandes, habiendo sido la sexta en una familia de 14 hermanos.
El hogar comenzó en una pequeña casa; hoy son más de 7 y ya están excavados los cimientos para un hospital. La organización es impecable, el orden, la limpieza, los equipos, el dispensario de medicinas, las cocinas, la lavandería, todo funciona como un reloj. Pero lo más impresionante es el amor que se respira y la suavidad con que cada niño, no importa su condición, es tratado.
El equipo de trabajadores de salud y administrativos del Hogar son admirables. Su trabajo no es fácil, pero hay calma y mucho, mucho amor. Es el lema de la hermana, es el lema del hogar. ¿Cómo lo ha logrado la hermana Valeriana? Ella dice sonriendo “el Gerente provee” y su fe en el Gerente es contagiosa.
El Instituto de Bienestar Familiar es un gran aliado del Hogar, pero siempre faltan cosas, que provienen de donaciones privadas. La hermana espera que, como es la tradición española, los Reyes Magos les traigan uno o muchos donantes. ¡Nunca fallan!
Anímense a hacer esa buena obra para comenzar el 2022. El Gerente y los niños lo agradecerán.
Donaciones en BANCOLOMBIA/ Cuenta de ahorros No. 10167103212 / A nombre de: Asociación Hogares Luz y Vida.
Igualmente puede consultar información del hogar en la página web: https://www.hogaresluzyvida.org/cuentos-que-no-son-cuentos?wix-vod-comp-id=comp-jg47u414#