Los Ángeles arde | El Nuevo Siglo
Martes, 14 de Enero de 2025

Ir a Los Ángeles y no visitar el emblemático barrio Palisades, recorrer el Sunset Boulevard o darse un paseo por el Pacific Highway para observar algunas de las mansiones y playas más hermosas de esta inmensa ciudad y quizá entrar a comer en alguno de sus icónicos restaurantes como el Reel Inn, hubiera sido absurdo.

Todos esos y miles, de lugares más, amados por los “angelinos”, y todos los que queremos a Los Ángeles, han desaparecido para siempre, devorados por el más voraz incendio ocurrido en esta ecléctica ciudad.

Hoy en Los Ángeles, se han perdido miles de hogares además áreas de gran belleza y valor histórico. En Palisades el incendio destruyó, entre otros, el histórico rancho de Will Rogers, ¿recuerdan?  Aquel actor de más de 50 películas silenciosas y 21 habladas, del comienzo de la era del cine, una joya de la década de 1920 que albergaba una casa de 31 habitaciones, patrimonio de la ciudad y en Altadena, la iglesia comunitaria, famosa por sus coloridos vitrales y su popular coro.

Cientos de lugares emblemáticos que han quedado reducidos a cenizas, representan no solo la destrucción de estructuras físicas, sino también la desaparición de espacios cargados de historia y significado para la comunidad angelina que tomará un largo tiempo en recuperarse. Naturalmente lo más doloroso de esta catástrofe ha sido las pérdidas de 24 vidas.

Es lamentable, hasta criminal, la actitud de la alcaldesa de la ciudad, quien a pesar de conocer los altísimos riesgos que tienen estas áreas de incendiarse por razón de la aridez del terreno y los fuertes vientos de Santa Ana, fenómeno frecuente, en vez de fortalecer a las estaciones de bomberos de la ciudad, disminuyó peligrosamente sus presupuestos, a pesar de la recomendación y advertencias en contra de hacerlo de los expertos. Muchos culpan también a Newsom, gobernador de California. Es crucial analizar las causas de los incendios y el papel que las políticas gubernamentales en la mitigación y prevención de estos desastres.

Los incendios en Los Ángeles y sus alrededores son el resultado de una combinación de factores, entre ellos la expansión urbana en áreas propensas a incendios, la gestión inadecuada de los bosques y la infraestructura energética vulnerable.

Muchos señalan que Newsom, no ha hecho lo suficiente para prevenir los incendios. Por ejemplo, su negativa a construir embalses en diferentes áreas del Estado que tienen mayor pluviosidad y que pueden recoger las aguas del deshielo de las montañas, garantizando así que haya agua en las ciudades suficiente para el consumo y apagar los incendio. Algo que ha sido determinante en estos momentos.

Entre las medidas clave están las inversiones en infraestructuras resistentes al fuego, la adopción de tecnologías avanzadas para la detección temprana de incendios y la colaboración más estrecha entre el gobernador, los alcaldes y los departamentos de bomberos, inclusive con la policía, quienes finalmente coordinan la evacuación y otros aspectos de la seguridad durante los incendios. Poco de esto fue ejecutado por Newsom.

Newsom ha tenido un papel clave en coordinar recursos, asignar presupuestos y establecer políticas. Sin embargo, sus prioridades han estado más centradas en gastar dinero en   los inmigrantes que en prevenir y proteger a los ciudadanos de incendios catastróficos como el ocurrido.

Hoy lloramos por Los Ángeles, cada vida, hogar y edificio histórico perdido.