¿Nos convienen tantos TLC?
Dice el Ministro de Comercio que al final de este gobierno Colombia habrá firmado más de 14 Tratados de Libre Comercio, entre ellos uno con China.
Eso es preocupante. No se requiere ser un genio para saber que, simplemente, no estamos preparados desde ningún punto de vista para tantos TLC. Especialmente, no estamos preparados para un tratado con un gigante manufacturero como China.
Para comenzar, la infraestructura vial del país es una catástrofe. Lo mismo sucede con los puertos y aeropuertos. Y, aunque tenemos ríos que podrían utilizarse para movilizar mercancía, estos han sido ignorados. El sistema ferroviario de Colombia, el cual al comienzo del siglo XX era un modelo en el continente, hoy es apenas poco más que un recuerdo.
Los últimos gobiernos, en previsión del TLC con EE.UU., intentaron sacar al país de su atraso, pero la corrupción, mala planeación e ineptitud de ministros, ministerios y contratistas han impedido que las metas se cumplan.
Y, por favor, no me salgan con la excusa de los inviernos. En otros lugares, semejantes económicamente a Colombia, llueve tanto o más y la infraestructura vial es excelente. Lo que pasa es que nadie se roba la plata de las obras y aquellos contratistas que no cumplen, pagan multas enormes o van a parar a la cárcel por años, no por unos meses, y no en celdas de lujo.
Hablemos de la educación. Esta es uno de los pilares del desarrollo de una nación, más cuando esta se apresta a competir comercialmente con las grandes potencias del mundo. ¿Cómo se compara nuestra educación con la de EE.UU., la Unión Europea, China, Vietnam o Corea? Países con los que ya firmamos o vamos a firmar TLC. Aunque nuestras universidades están haciendo grandes progresos, están lejos de figurar entre las mejores del mundo; ahí también estamos rezagados.
¿Y qué del desarrollo de nuevos inventos y patentes, creación de empaques, laboratorios de calidad y técnicas de mercadeo innovadoras? ¿Cuántos colombianos son bilingües?
Las comunicaciones son otro tema en el que tampoco estamos en condiciones óptimas. ¿Cuántas veces al día se le corta a usted una llamada telefónica o se cae su sistema de Internet y queda incomunicado? Para poder competir necesitamos comunicaciones eficientes.
El tema del TLC con China es el más preocupante. Nuestro intercambio comercial con esa nación puede llegar a ser muy importante. China requiere materias primas para su crecimiento y nosotros, que ya somos de sus abastecedores, debemos aumentar nuestra participación. Pero, de igual manera, China nos puede inundar con sus manufacturas, artesanía, maquinarias, partes, aparatos y material electrónico de grabación, calderas, artículos de acero, productos cosméticos y drogas y cientos de productos más, todos a una fracción del costo de los nacionales.
¿Cómo defender a la industria colombiana de semejante invasión?
No, no me siento tan segura de que ese sea el camino a seguir. Los TLC, sobre todo el referente a China, deben ser muy bien pensados. No apostemos carreras con algo tan delicado.