MARIELLA BARRAGÁN BELTRÁN | El Nuevo Siglo
Sábado, 25 de Febrero de 2012

Carta abierta a Angelino

Nos conocimos en 1988, al lado de Bernardo Jaramillo Ossa, luchando contra la muerte pero también por la vida y por un destino mejor para miles de compatriotas y trabajadores de este país. Te desempeñabas como Vicepresidente de la Unión Patriótica (UP) y habías ocupado la Secretaría de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Secretaría General de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia (CSTC) y la Presidencia de la Central Sindical de Trabajadores del Estado (Ciste). Luchabas, como lo haces hoy, por las reivindicaciones sociales y salariales de los trabajadores, por su vida y su derecho a expresarse libremente.
Hoy eres Vicepresidente de la República y candidato por Colombia a la Dirección General de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Y a pesar de los golpes de los años, sigues manteniendo tu posición consecuente con la causa obrera, lo que te haría un excelente Director General. Sería un honor para nuestro país que un colombiano que ha trasegado por la causa obrera en Colombia alcance esa distinción, y sería, también, una gran responsabilidad con los miles de trabajadores y sindicalistas que luchan por un mejor futuro y una democracia real.
En Colombia, los retos en materia laboral no son de poca monta: el país tiene un desempleo de 13% (2.250.000 personas sin trabajo), con 51,3% en la informalidad; persisten debilidades en la concertación a la solución de los problemas laborales; en 15 años han asesinado a más de 3.000 sindicalistas y, según la Cepal, somos uno de los países con mayor desigualdad en América Latina.
También está el desafío de convencer a la clase empresarial de que el crecimiento económico debe estar al servicio del desarrollo humano y que la riqueza, los ingresos y los medios de producción deben ser más incluyentes y participativos. En fin, hay muchas tareas por abocar y sería un buen espacio para trabajar por soluciones. Y siempre es mejor hacer que ver hacer.
Sé que no serás inferior a este reto que te impone el destino, como tantos que has solventado.
Entendiendo que el PDA es un Partido democrático, me uno al sentimiento de muchos colombianos de apoyar esa candidatura. Es un tema de país y sé que nunca serías capaz de traicionar a la clase trabajadora; que más allá de los intereses políticos está la defensa de los derechos laborales y del derecho a la vida, batallas que todavía deben enfrentar muchos sindicalistas en nuestro país, pues no debemos pasar por alto que la guerra sucia aún no ha terminado.
En esa alta dignidad internacional tendrás la enorme responsabilidad de adelantar causas justas para nuestros trabajadores y sindicalistas colombianos. Por eso, retomando las palabras de Bernardo Jaramillo Ossa, expresadas para animar a sus interlocutores a iniciar empresas difíciles pero posibles y beneficiosas para el país: “¡Hágale, hermano, que hay mucha tarea por hacer!”.
*Exsecretaria de Gobierno y de Desarrollo Económico de Bogotá